Tampoco hay ninguna partida reservada para el derribo del Garañón
15 dic 2020 . Actualizado a las 13:28 h.El próximo viernes el pleno del Concello de Lugo votará los presupuestos redactados por el gobierno local para el año 2021. Aunque el Partido Popular, con Ramón Carballo a la cabeza, aún no adelantó su intención de voto, todo apunta a que no será afirmativa, teniendo en cuenta que tachan las cuentas de poco ambiciosas y poco efectivas ante el contexto que se echa encima. «Son uns orzamentos feitos a medida para sacar réditos políticos en vez de ser uns orzamentos de cidade», sostienen.
En el borrador de los presupuestos los populares detectaron un buen puñado de ausencias, comenzando por la playa fluvial. Tras varios años incluyendo en las cuentas una partida de 200.000 euros para dotar a la ciudad de una playa digna junto al río Miño, en las previsiones del 2021 no se reserva ninguna cantidad para esa intervención.
Lo mismo sucede, según los populares, con el Garañón, que continúa pendiente de un derribo que podría suponer un coste elevado. «Non asignan nin un só euro para repoñer a legalidade», subrayó Carballo. Igual pasa con la unión de los paseos del Miño y del Rato, que tampoco cuentan con partida específica, ni tampoco el nuevo pabellón polideportivo. «Aprobárase en pleno, pero non se reflexa nos orzamentos».
La actualización del Pepri y del PXOM tampoco consta en el detalle de los presupuestos redactados por el bipartito. Con una salvedad. Hay una asignación para revisar el Pepri en la parcela que afecta al pazo de Dona Urraca, para el que ya hay un plan de rehabilitación.
Otra de las ausencias que denuncia el Partido Popular lucense es la de un plan especial para urbanizar el barrio de O Carme. El gobierno avanzó que prepara un proyecto para la zona, pero el PP considera que necesitaría una estrategia más ambiciosa.
La partida de 500.000 euros que el gobierno de Lara Méndez reservó para avanzar en el paseo interior de la Muralla es «ridícula», y en cuanto a la programación para el nuevo auditorio, dicen que Cultura no reserva nada, y que el millón de euros del que hablaban ya está comprometido para el San Froilán y los colectivos. Sí constan 80.000 euros para ajardinar la zona.
La parte social
Tras repasar el borrador de presupuestos, Carballo considera que el gobierno local debería incidir más en la parte social. «En vez de potenciar os programas para entidades sociais, recórtano, xa que o deixan en 300.000 euros. E o de emerxencia social medra moi pouco, pasa de 270.000 a 300.000. É moi pouco incremento», valoró. Critica además el PP que no se avance en la renovación de más contratos caducados y consideran un «desprecio absoluto» el «esquecemento co rural, que é o 85 % do concello».
En el capítulo de ingresos a los populares tampoco les salen las cuentas. «Falta rigorosidade», sostienen. «É un corta e pega de orzamentos anteriores. Por exemplo, prevén unha suba de 20.000 euros por entradas a exposicións e 100.000 a museos, cando non se están cobrando». Y con las terrazas sucede algo similar, «prevén ingresar 35.000 euros cando a alcaldesa xa anunciou que non cobrará a taxa en 2021. E por ocupación do solo público, pasan de 850.000 euros a 1.117.000, cando todo apunta a que haberá menos obras».
El préstamo de siete millones
Una de las cuestiones que más llama la atención al PP lucense de los presupuestos que se aprobarán este viernes es la petición del crédito de 7 millones. «Este ano as transferencias de capital reduciranse; da Deputación pasarase de 750.000 a 150.000 e teremos tres millóns de euros menos de fondos europeos. Por iso probablemente piden o crédito, para cadrar as contas», consideran.
El problema, según ellos, es que ese crédito a 10 años generará un millón de euros en intereses. «É unha hipoteca que teremos que pagar todos os lucenses en sucesivos anos», afean.
El gobierno lucense ya respondió ayer a los populares subrayando que «que non se identifiquen partidas nominais, non significa que non se vaia actuar». Subrayan que el gasto corriente asciende a 55 millones de euros, y no a 90, como asegura el PP, y defienden que recurren al endeudamiento por las circunstancias excepcionales de la pandemia. Recuerdan además que con el PP al frente de la corporación, en el año 1999 la deuda municipal superaba los 43 millones.
