Un tiempo feliz

Ricardo Hevia

LUGO

12 dic 2020 . Actualizado a las 16:12 h.

Disfruta el Breogán de un espléndido momento rodeado de calma y felicidad. Comenzó la liga con un susto mortal en Pumarín, que duró 35 minutos. Pero sacó el partido adelante. Lo que parecía un mal presagio, se quedó en anécdota, ya que sus rivales más directos, o así lo parecían, se empeñaron en dar emoción a la liga y tranquilidad al Breo, con un inicio lleno de dudas. Más grave el de los coruñeses, con dos dolorosas derrotas como locales, y hasta el tropiezo azul en Melilla, lo ha mejorado Valladolid, con su derrota en Oviedo. Dónde por cierto, se quejaron del frío y de no poder ducharse al finalizar el choque. ¿Un síntoma? La liga no es este año el camino de rosas que alguno se imaginaba.

Situados en la octava jornada, todo sonríe al Breogán que este fin de  semana tiene un duro compromiso, en teoría, en Palencia. Pero... no olvidemos, que en este despropósito de Liga que se ha montado la Federación Española, ni la primera ni la segunda fase tienen mucha importancia y todo se decidirá en los play off.

Hagamos un repaso. En la primera fase, los cinco primeros de cada grupo competirán para seguir luchando por la plaza de ascenso, el resto formará otro grupo, para pegarse por no descender. Todos sabemos que cuentan los resultados de la primera fase. Pensar que el Breogán no estará entre los cinco primeros es ciencia ficción. Pues en la segunda fase todo es más sencillo. De diez equipos que la jugarán, se clasifican siete. Hay una octava plaza para el primer clasificado del grupo de los desvalidos. ¿Estará el Breogán entre esos siete? Más que una duda parece un chiste.

Si la federación no cambia de opinión, cualquiera se fía, el ascenso se dirimirá en un play off puro y duro. Esto será allá por abril o mayo, mucho tiempo, muchos partidos de dudoso valor, hasta llegar al momento crucial. No conviene olvidarlo.

De momento el Breogán lleva el camino correcto. Encabeza la tabla con una victoria de ventaja, incluso se llevó por delante, con relativa comodidad, a Valladolid y Leyma. Pero también son importantes las evidencias. El equipo juega con mucho más sentido con Erik dirigiendo, que con Soluade de uno. Y también que tiene que haber una mejora evidente cuando Larsen suba su nivel. Sus once o trece puntos con algún triple y tiros a la cara - más algún rebote - los consigue sin despeinarse. Se va a necesitar un esfuerzo mayor. Y lo mismo Iván Cruz, capacitado para un rendimiento superior, él es el primero que lo sabe. Queda mucho tiempo por delante, pero esperamos ese paso al frente tan importante, cuanto antes.