Nuevos hallazgos podrían demostrar el uso original que tuvo la Catedral de Lugo

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

LUGO

Láminas de pizarra de antiguas sepulturas en la cata donde se encontraron restos de un incendio
Láminas de pizarra de antiguas sepulturas en la cata donde se encontraron restos de un incendio ALBERTO LÓPEZ

Las catas destaparon huesos humanos, muros romanos y restos de un incendio

06 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las primeras excavaciones arqueológicas realizados dentro del entorno de la catedral destaparon restos que podrían explicar cómo se originó el espacio de culto cristiano en Lugo. Durante el mes de noviembre, se realizaron tres catas en el claustro de la Catedral con motivo de su posterior rehabilitación. El resultado fue el descubrimiento de una gran necrópolis existente desde el siglo XIII construida sobre edificios de época romana o medieval. Además, se encontraron restos de un importante incendio.

En la primera de las catas, según el delegado de Patrimonio del obispado de Lugo, César Carnero, se destaparon los restos más interesantes. Se trata de un muro de la época romana bien conservado y de gran importancia en su momento. Todavía no saben qué función tenía, si era una casa privada o de uso público, pero sí confirma su relevancia por la manera cuidadosa en la que está construido.

Donde ahora se ubica el claustro, antiguamente se encontraba la zona «vip» de la ciudad. Era la más soleada, con vistas sobre el valle y el Miño y donde se ubicaban las casas de la gente más importante. Este muro puede ser el antecedente que permita saber qué edificios había antes de la Catedral y cual fue la evolución de los mismos. César Carnero explica que las hipótesis actuales oscilan entre la existencia de una basílica del siglo IV usada por los cristianos; una casa privada de un importante ciudadano cristiano o un edificio nuevo para la construcción de la catedral. Más allá de las hipótesis, aun no existe material arqueológico que las corrobore.

Gran necrópolis

En la primera cata, en una capa de menos profundidad, se observan restos de sepulturas soterradas unas encima de las otras, así como huesos humanos. Las primeras tumbas son del siglo XIII, hay también del XIV y las más recientes son del siglo XVI. Los restos humanos se encuentran enterrados en dirección oeste, lo que demuestra que son cristianos. Pertenecen tanto a eclesiásticos, como a personas laicas o, incluso, a peregrinos que morían haciendo el Camino. Este cementerio tuvo un uso constante por estar junto a un espacio de culto. Los huesos serán ahora analizados y posteriormente se volverán a enterrar «con dignidade». En la capa superior de la excavación hay una mezcla de huesos, tierra y piedra.

«Importantísimo incendio»

En otra de las catas, ubicada en la galería norte del claustro, se repiten los restos de la necrópolis. Aunque en este caso se conservan mejor las sepulturas, perfectamente diferenciadas y hechas con láminas de pizarra. El hallazgo más destacado en esta excavación es un área de unos 20 centímetros que muestra una franja de carbón. Esto significa que se produjo un «importantísimo incendio», según explica el delegado de Patrimonio. Los arqueólogos intentarán ahora analizar cuando tuvo lugar. Por último, la tercera cata, en la galería este, permite observar un muro de época medieval de construcción «moito máis pobre». Está elaborado con tierra, piedra y barro. Aquí también se encontraron huesos humanos, pero no se conservan sepulturas.

Los responsables de Patrimonio de la catedral, cuando planearon estas catas, esperaban encontrar restos, incluidos los que datan de la época romana por la edad bimilenaria de la ciudad. Pero ha sido una grata sorpresa para los arqueólogos trabajar con un espacio bien conservado y un terreno poco removido, ya que hay zonas de Lugo que fueron arrasadas por la construcción moderna. «É o principio de algo moi importante», resumió César Carnero.

«Hai potencial para unha área arqueolóxica visitable no interior e no atrio»

Tras los hallazgos, el delegado de Patrimonio de la catedral está a la espera de si la Administración permite continuar con los trabajos para hacer una excavación en área. La intención es seguir con las catas en todo el claustro, aprovechando su futura rehabilitación, ya que «é agora ou nunca». Si la Xunta no da luz verde, se tendrán que volver a enterrar las catas y tras la renovación del pavimento ya será imposible volver a excavar.

Además del claustro, César explica que sería idóneo excavar también el espacio que hay desde la entrada principal de la catedral hasta la Domus do Mitreo, en el atrio. Y crear así una gran área arqueológica visitable en la zona. «Sería un recurso moi importante para Lugo», opinó, además de una fuente incalculable de conocimientos sobre la evolución de la catedral lucense.

Un «espacio virgen»

El área que se quiere construir sería, además, un patrimonio con una gran riqueza. La zona en la que se ubica la Catedral es un «espazo virgen» en el que no hubo muchas transformaciones a lo largo del tiempo, por lo que se protegieron los restos arqueológicos de épocas anteriores, en parte gracias también a la naturaleza y geografía de la propia ciudad. Donde se encuentra ahora la catedral había un valle que se fue colmatando de tierra y construyendo encima. «É unha zona con moitas posibilidades a nivel arqueolóxico e no que ata agora non se fixeron catas», explica César Carnero. Este potencial ubicaría al Patrimonio de la Humanidad que es la Catedral en un lugar privilegiado. Rodeado además de otra joya como es la Muralla de Lugo.