Una exposición dentro de un hórreo: «Quería hacer algo nuevo, único»

LUGO

Pavel en el interior del hórreo de Barcia en el que expone varias piezas que hizo en los últimos meses
Pavel en el interior del hórreo de Barcia en el que expone varias piezas que hizo en los últimos meses Carlos Castro

El artista ruso asentado en Os Ancares, Pavel Yakushev, ofrece en esta muestra diseños en hierro de meigas, iglesias y hasta del puente de Navia de Suarna

08 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Días antes de que se cumpla un año desde que Pavel Yakushev y Alisa Smirnova aterrizaron en Os Ancares, este joven artista del metal acaba de inaugurar una exposición que lleva por título ‘Do millo ao ferro’ y cuyas piezas están en el interior de un hórreo de Barcia, a los pies de Casa Quiñones. «Quería hacer algo nuevo», explica en inglés, aunque cada vez se maneja mejor en castellano y, hasta se atreve con el gallego. Pavel no ha parado de trabajar desde que llegó a España y sus obras de arte se exhiben también por las calles de Navia de Suarna. Todo lo que ahora muestra es made in Galicia y es el resultado de muchos meses de creación desde su taller, ubicado en Louxas. «Alisa me ayudó en todo», comenta con cariño el ruso. Ella se dedica a pintar, aunque en Moscú tuvo trabajos muy diversos y también le gusta hacer murales.

El joven, ahora asentado en Navia de Suarna, fantasea con la idea de tener un taller tradicional en el pueblo, «como los de antes, clásico. Ese mi sueño y hasta querría dar clases en él», añade. Pavel explica que esta exposición era «de prueba» y que no esperaba la buena acogida que está teniendo ya que, cuenta, mucha gente de la comarca y hasta de los alrededores de Lugo se ha desplazado hasta Barcia para contemplar sus obras que, además, están a la venta.

Al entrar en el hórreo, aparecen las figuras, directamente enlazadas con la cultura gallega y, más concretamente, con la de Os Ancares. Desde la iglesia de A Fonsagrada hasta las meigas. Eso sí, todo lo que ha cogido forma entre las manos de Pavel tiene tras de sí una historia. «Hice varias iglesias porque su arquitectura es muy nueva para mí, completamente distinta a la de Rusia. Las meigas me apetecían porque desde que llegué aquí, me han hablado mucho de ellas», explica. Algunas de las piezas tienen aspecto desgastado, un efecto que buscó Pavel para darles su toque más personal. En el interior del hórreo hay también un bosque autóctono, el puente de Navia, zorros, la Santa Compaña y hasta el trofeo de un ciervo. Eso sí, sus astas se conforman de hojas de los árboles de Os Ancares. Como toque final, hay un pequeño Quijote que hizo este ruso durante el confinamiento.

El título ‘Do millo ao ferro’, cuenta Pavel, fue idea del presidente de Irmandade Naviega, Toño Núñez. «Estoy muy agradecido porque se ha portado bien conmigo, al igual que toda la gente de Navia, que nos ha acogido como si fuésemos su familia».

Para ir a ver esta exposición única es recomendable llamar antes a Casa Quiñones por si Pedro, que es el encargado de hacer de guía, no está. La muestra está abierta hasta el 22 de noviembre.