Kevin Larsen: «No creo que nadie pueda pararnos a Seydou y a mí si jugamos juntos»

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

Kevin Larsen, pívot del Leche Río Breogán de Lugo
Kevin Larsen, pívot del Leche Río Breogán de Lugo Carlos Castro

El pívot danés habla sobre la cuarentena, el equipo y el ambiente del vestuario

04 nov 2020 . Actualizado a las 19:39 h.

Es casi imposible saber qué tiene que tener una persona para triunfar en la vida, sea cual sea su cometido. También lo es en el caso de los deportistas, un sector de altísima exigencia. La determinación, sin embargo, sería nombrada como una de las características esenciales para alcanzar el éxito. Sobre todo, si eso implica recuperarse de algún fracaso. Kevin Larsen (Copenhague, Dinamarca, 1993) sabe lo que cuesta sobreponerse a los reveses de la vida. En el año 2014, intentó acceder a la NBA. No lo consiguió. En el 2019, Bilbao Basket prescindió de él tras el ascenso a la liga ACB, en el que fue fundamental. Lejos de hundirse, usó esos fiascos como combustible. No le faltaba razón a Michael Jordan cuando decía aquello de «he fracasado una y otra vez en mi carrera. Por eso he tenido éxito».

-¿Qué le pareció la temporada pasada del Breogán?

-No estaba aquí todavía, pero desde fuera parecía que se habían puesto el listón demasiado alto. Quizás la presión les jugó una mala pasada, no lo sé. Fue un año difícil, además.

-¿En qué ha mejorado el equipo esta temporada? ¿Y qué debe mejorar todavía?

-Honestamente, creo que tenemos mucha mejor plantilla. Creo que, en general, somos mucho mejores.Lo que más me gusta de la plantilla es la profundidad. Tenemos a diez u once jugadores que pueden jugar minutos de calidad y el equipo casi ni nota el cambio. Lo peor seguramente estén siendo los inicios de partido. Hemos empezado por debajo varias veces ya, y creo que no nos lo podemos permitir.

-¿Qué fichaje le ha gustado más?

-La verdad, me gustan todos. Seydou, por ejemplo, me encanta. Es un grandísimo jugador y un tipo genial. Creo que somos los dos mejores interiores de la liga. No veo a nadie que pueda pararnos cuando jugamos juntos.

-¿Y qué espera del equipo este curso? ¿Y a nivel individual?

-Mejorar día a día, en ambas. Me gustaría que el equipo fuese encontrándose más cómodo cada día y me gustaría ser dominante bajo el aro, que es como creo que podría ayudar al equipo.

-¿Cómo ha pasado estas semanas en cuarentena?

-Bien, bien. Tuve la suerte de que justo llegó mi novia a Lugo cuando nos tuvimos que ir todos a casa, así que estuve muy cómodo. Creo que también ha servido para descansar el cuerpo y recargar pilas.

-Se marchó de Dinamarca a Estados Unidos antes de empezar la universidad, y terminó quedándose allí los cuatro años de «College». ¿Cómo se vive allí el baloncesto y cómo se vive en Europa?

-Es muy diferente. Allí, aunque no juegues a máximo nivel, la gente está súper comprometida con el deporte. Es como una religión para ellos, la verdad. Es otro puntos de vista. En mi experiencia, sin embargo, todo se volvió mucho más serio al volver a Europa. Allí jugaba en el equipo de la universidad, así que, aunque era algo muy reconocido, no te jugabas la vida, en realidad. Aquí, como lo hagas mal... Quizás te manden a casa. Esto es un trabajo a todos los efectos.

-En los últimos años, se ha criticado a la liga universitaria de Estados Unidos que no permita a sus atletas cobrar salarios. ¿Cómo lo ve?

-Yo he estado ahí metido y te puedo decir que no tiene sentido. Nosotros hicimos muchísimo dinero para nuestra universidad, y no podíamos cobrar ni un dólar. Creo que es pura envidia y pura avaricia la de mucha gente, que no quiere ver a chicos tan jóvenes ganar el dinero que se merecen. Espero y creo que va a cambiar pronto.

Kevin Larsen, pívot del Leche Río Breogán de Lugo
Kevin Larsen, pívot del Leche Río Breogán de Lugo Carlos Castro

-En la última década, da la sensación de que el perfil del pívot dominante ha ido cayendo. ¿Cree que sigue siendo útil jugador con hombres grandes?

-Desde luego. Cada equipo tiene su estilo de juego, que tiene que adaptarse a los jugadores de la plantilla. Si un entrenador se encuentra con una plantilla con grandes jugadores interiores, tiene que sacarles partido. Nosotros, por ejemplo, nos tenemos a Seydou y a mí. Sería inocente no utilizarnos porque «no vaya con las modas» utilizar a dos pívots en pista. Es tan fácil como eso. Aunque es cierto que estos perfiles se usan cada vez menos, claro, porque hemos visto a grandes equipos que no utilizan pívots determinantes en los últimos años.

-Entonces, ¿Qué virtudes debe tener un pívot en la actualidad para ser útil?

-Veo bien que los entrenadores nos fuercen a tirar de tres, a abrirnos y crear espacio para nuestros compañeros, y eso. Pero yo sigo pensando que el mejor pívot es aquel que pone grandes bloqueos. Si dominas el bloqueo y continuación, creas quince o veinte puntos fáciles cada partido, para ti y para tus compañeros. Eso es vital.

-¿A qué gran jugador le gustaría parecerse?

-Nikola Jokic, de los Denver Nuggets. Me parece fantástico y súper completo. Pasa, rebotea, anota desde muchos lugares... Además defiende poco, así que en eso nos parecemos (ríe).

-¿Y cuál es su jugador favorito?

-Siempre ha sido Dwight Howard. Crecí idolatrándole.

-¿Quién es el más bromista del vestuario? Ahonen dice que es usted.

-Seguro que yo. Siempre estoy hablando y haciendo bromas.

-¿Cómo le gustaría terminar su carrera?

-En Dinamarca, rodeado de mi gente, seguro.