Tensión en la calle Yáñez Rebolo al acudir una empresa
a desalojar dos viviendas

LA VOZ LUGO

LUGO

La empresa, además de enviar a media docena de empleados, recurrió a un guardia de seguridad
La empresa, además de enviar a media docena de empleados, recurrió a un guardia de seguridad OSCAR CELA

La Policía Nacional se presentó varias veces hasta el lugar, donde la crispación fue en aumento a lo largo del día

19 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de la calle Yáñez Rebolo fueron testigos ayer de algunos momentos de tensión que se vivieron cuando una empresa especializada en desocupaciones se presentó en un edificio para desalojar dos viviendas. Sobre las nueve de la mañana, media docena de empleados de la firma, junto con el propietario de los pisos, reclamaron a los okupas que dejasen el lugar.

Según la empresa, consiguieron convencer a los residentes en la tercera planta para que se marchasen, pero tras «mediar» con los del segundo, estos se negaron, quedando en el interior una pareja. Casi llegaron a convencerlos, pero integrantes de una plataforma antifascista se personaron también en Yáñez Rebolo en contra de la empresa de desocupación, por lo que finalmente estos no lograron el segundo desalojo. Al menos, al cierre de esta edición.

Visto que no iban a convencer a los okupas para que se marchasen, la empresa situó a la entrada del edificio a un guardia jurado (tenían un poder del propietario para estar en las zonas comunes) para que vigilase el acceso en todo momento, de forma que las personas a las que ya habían echado no pudiesen entrar de nuevo.

A lo largo de la mañana se acercaron hasta el lugar agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local que comprobaron la documentación de la empresa, y los empleados, pertrechados con chalecos protectores, continuaron a las puertas del edificio. Una guardia que aseguraron que se extendería indefinidamente hasta que los okupas dejasen la vivienda, algo que, al cierre de esta edición, todavía no había sucedido.

Mientras eso pasaba al pie del edificio, al otro lado de la acera de Yáñez Rebolo un grupo de familiares de la pareja que permanecía en la vivienda reclamaba que les permitiesen acceder para llevar comida y medicamentos a sus allegados. Aseguraban que se sentían presionados y amenazados por la empresa de desocupación y que ya habían denunciado esa presión ante la Policía Nacional.

La tensión en Yáñez Rebolo era palpable, y a lo largo de la jornada los miembros de la empresa de desalojos aseguran que recibieron insultos y amenazas. Incluso algún escupitajo con el añadido de mal gusto de que tenía coronavirus.

Por la tarde, esa tensión fue en aumento. Hasta el lugar se acercaron más familiares y amigos de la pareja que permanecía en la vivienda gritando consignas contra los trabajadores de la empresa y también situaron una furgoneta bajo el edificio a la que se subieron para pasarles unas bolsas. Para evitar que la crispación fuese a más, una decena de agentes de la Policía Nacional se presentaron de nuevo en la calle.