Alberto Pena interviene en los vanos de O Vello Cárcere con obras efímeras y naturales
19 sep 2020 . Actualizado a las 11:25 h.El arte contemporáneo es el arte de nuestro tiempo, un reflejo de nuestra sociedad, de sus miedos y de sus esperanzas. Esta afirmación en ocasiones se evidencia ante el espectador de una manera clara con proyecto como el que se podrá ver desde este viernes en O Vello Cárcere de Lugo con la exposición que presenta el artista Alberto Pena (Foz, 1970) y que lleva por título A caída: cadernos de confinamento.
Pena iba a presentar en marzo en la vieja cárcel lucense una muestra con parte de sus obras -siempre definidas por la presencia de la naturaleza- de manera casi convencional, colgadas en las paredes y jugando con luces y sombras. Pero llegó el estado de alarma y el confinamiento, momento en el que muchos creadores han aprendido que las reglas de la vida han cambiado.
Así, a mediados de julio, y apoyado por Carlos L. Bernández, el artista focense da un giro a la idea inicial y propone una intervención del espacio de O Vello Cárcere para crear desde cero una reflexión sobre el confinamiento y la naturaleza más inmediata : «Ahora tocaba volver a cerrar las celdas y pensar en lo que nos rodea», explica el artista.
Pena propuso cubrir los vanos de las celdas que fueron destinadas a las mujeres con grandes telas pintadas con espray y utilizando materiales orgánicos vinculados a la tierra y a referencias personales, desde las piedras de Llás, de donde era su abuelo, pasando por restos de palmeras muertas en el sur de Galicia El vive en Aldán), rocas volcánicas o girasoles que le aportaron amigos.
Con una estética que fusiona el expresionismo abstracto con el barroco y la cultura oriental, Pena vuelve a cerrar las celdas de O Vello Cárcere para conseguir el efecto del paso del tiempo en un espacio donde durante años estuvo suspendido, como el propio confinamiento. «Me interesa el orden natural, su aceptación, tal y como te encuentras la vida, y este edificio es estupendo para encerrar el caos que puede tener la naturaleza».
Alberto Pena lleva varios días trabajando en una sala de O Vello Cárcere ya que las obras nacen específicamente para el espacio de las celdas, con lo que además su propuesta artística es efímera, como la naturaleza misma. Además, como refleja el título de la exposición, hay una clara referencia al concepto «de caída», tan propio del otoño (la exposición estará abierta hasta el 8 de enero), y con una visión oscura y densa de la existencia pero a la vez con juegos de luces y sombras que aporten esperanza. Por eso, indica el artista focense, las obras tendrán otra perspectiva si se ven por las noches, sin que apenas entre la claridad exterior, igual que sucede en el confinamiento.
El proceso de creación fue «in situ» y al acabar se destruirán las obras
Pena se instaló en un espacio de O Vello Cárcere y fuego creando las obras específicas que requerían los vanos de 17 celdas que fueron destinadas a las mujeres. Utilizó una malla en la que incrustó elementos orgánicos personales y reflexionó sobre el proceso natural de la vida. Por ello, cuando termine la exposición, las obras se retirarán y destruirán.