Detenido por maltrato animal uno de los okupas del Pazo da Fervedoira

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

cedida

La hembra, encontrada perdida en dos ocasiones, deambulaba por la vía pública con un cachorro. Otra de las crías fue encontrada muerta en un matorral

07 sep 2020 . Actualizado a las 11:58 h.

Agentes de la Policía Nacional detuvieron a un hombre de 30 años con antecedentes por un supuesto delito de maltrato animal. Se trata de un okupa del Pazo da Fervedoira. El detenido ha pasado a disposición judicial como supuesto autor de un delito de maltrato animal.

Personal de la Protectora de Animales y Plantas de Lugo recogió hace semanas y por segunda vez en apenas un mes a una perra y a dos crías que pertenecen a los okupas del pazo de A Fervedoira.

Los hechos se remontan al 20 de agosto, que fue cuando una hembra de raza Braco de Weimar apareció deambulando por la vía pública en una zona cercana a la ciudad. Las mamas del animal mostraba signos de que había parido recientemente y su microchip era portugués, por lo que el personal de la protectora no pudo contactar con la persona propietaria en un primer momento, aunque poco tiempo después, la supuesta dueña del animal se puso en contacto con el personal de la organización y pidió recoger a la perra, que fue entregada después de que la mujer firmase unos papeles en los que se comprometía a permitir que los veterinarios pudiesen comprobar su estado de salud un mes después.

El día 28 de agosto, la hembra volvió a aparecer perdida en una carretera con uno de sus cachorros. La protectora contactó entonces con agentes de la Policía Local de Lugo para informarles del estado de los animales con los que se habían topado e informar de que estos presentaban parásitos, así como otros problemas de salud. Cuando se encontraron con el animal, este llevaba dos días deambulando, perdido por las calles. Personal de la protectora quedó entonces con los propietarios de los canes en una zona próxima a la ciudad y allí se encontraron con una tercera cría que estaba en muy mal estado de salud, puesto que presentaba calvas y alopecia, además de anemia y fiebre, entre otras enfermedades. Esto podía indicar que hubiese una camada infectada y en paradero desconocido. Esta cría fue ingresada de inmediato en el Hospital Universitario Rof Codina. Personal especializado comprobó también que el estado de la madre había empeorado si se comparaba con el que presentaba la primera vez que la habían encontrado, puesto que tenía sarna, mastitis, otitis y numerosas lesiones en la piel.

 Los propietarios dijeron en varias ocasiones que había más cachorros, que personal de la protectora trató de encontrar. Uno de ellos apareció muerto en un matorral y sobre los demás, se desconoce dónde están.