¿Podría ser el Hospital de Calde una residencia de mayores?

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO

El Hospital de Calde está dedicado a la atención de pacientes psiquiátricos desde el 2012
El Hospital de Calde está dedicado a la atención de pacientes psiquiátricos desde el 2012 Carlos Castro

La Federación Vecinal de Lugo y Galicia Baleira proponen a la Xunta que convierta el centro, que ahora acoge a pacientes de Psiquiatría, en un edificio para atender «unha necesidade urxente dos maiores e das familias»

14 ago 2020 . Actualizado a las 20:15 h.

La Federación de Asociacións de Veciños de Lugo y el colectivo Galicia Baleira le presentarán al nuevo gobierno de la Xunta, en concreto al que sea responsable de Política Social, su propuesta para que el actual Hospital de Calde, que atiende a pacientes de Psiquiatría, se reconvierta en una gran residencia de mayores y en centro de día.

La federación vecinal argumenta que Lugo tiene una urgente necesidad de contar con plazas públicas para una población lucense cada vez más envejecida y porque la única residencia de estas características que funciona, la de As Gándaras, tiene más de cuarenta años.

«A creación de prazas públicas en Lugo e comarca é inexistente, mentres que vemos que na última década abriron ata dez residencias privadas e con prazas concertadas, pero hai que ter en conta que o prezo medio rolda os 2.000 euros cando as pensións dos lucenses apenas chegan de media aos 700», explica el presidente de la federación vecinal y de Galicia Baleira, Jesús Vázquez.

«Hai demanda de prazas e a rede pública ten que dar resposta, porque estamos a ver que desde que se inician os trámites de petición e ata que se concede a praza, pasan dous anos», señala Vázquez, quien recuerda que además cuando se concede una plaza que queda vacante puede ser en cualquier lugar de Galicia: «Existe un desarraigo persoal e familiar, que acabe unha persoa maior de Friol en Verín non parece lóxico». En este sentido, valoran el modelo de la Diputación, donde se da prioridad a los vecinos del municipio, luego a los de la comarca y después de la provincia. Vázquez aclara que la propuesta vecinal no impide que se desarrolle la residencia prevista en el viejo Xeral, que será para 120 plazas, y que se hará gracias a los fondos que aporta la Fundación Amancio Ortega. La Xunta tiene prevista la licitación de la obra este año y el coste es de 12 millones de euros.

El Hospital de Calde está dedicado a la atención de pacientes psiquiátricos desde el 2012
El Hospital de Calde está dedicado a la atención de pacientes psiquiátricos desde el 2012 Carlos Castro

Pero Galicia Baleira y los vecinos de Lugo consideran que el actual edificio de Calde «está infrautilizado, e cunha pequena inversión se podería acondicionar para empregar como residencia». Por la ubicación y las características del inmueble consideran que sería idóneo para los mayores de Lugo y para las visitas de los familiares. Sobre los actuales pacientes del hospital, Vázquez cree que hay alternativas para poder reubicarlos, como por ejemplo el HULA.

«Non se trata de facer política, entendemos que isto non se resolve en 15 días, pero moitas familias están a vivir unha situación moi grave por falta de prazas públicas e hai moita xente que non aflora o problema porque o maior está ao cargo dun fillo, dunha nora ou dun sobriño á espera dunha solución», explica Jesús Vázquez.

Ángel Rodríguez Abuín, presidente de la Asociación de Esperante y portavoz de Lugo en pé
Ángel Rodríguez Abuín, presidente de la Asociación de Esperante y portavoz de Lugo en pé ALBERTO LÓPEZ

Ángel Rodríguez: «O actual edificio de Calde está infrautilizado e faría unha boa residencia»

Ángel Rodríguez Abuín conoce de primera mano la situación del Hospital de Calde. Preside la asociación vecinal de Esperante y es portavoz de la plataforma vecinal Lugo en pé, que defiende los intereses del rural lucense.

«O Hospital de Calde é un edificio marabilloso e cunha situación excepcional, pero cremos que está infrautilizado e podería ser unha residencia que paliase os graves problemas que teñen moitas familias e os nosos maiores», explica este vecino.

Rodríguez Abuín recuerda que se necesitan dos años para obtener una plaza en una residencia pública de Galicia, «cando temos a dez minutos do centro de Lugo un edificio público, que cunha mínima inversión, podería ser empregado para un obxectivo moi urxente».

El miembro de Lugo en pé afirma que la propuesta vecinal no va en contra de la residencia del Xeral ni contra los pacientes actuales de Psiquiatría que hay en Calde. «Cónstame que hai unha parte dos ingresados en Calde que foron derivados do HULA porque son persoas sen recursos, nin familia, e digamos que a atención de Calde xa é de carácter social, co cal xa estariamos solucionando coa residencia o seu problema; e por outra hai pacientes psiquiátricos que poden ser habilitados no HULA, onde hai espazos dabondo para ser atendidos en boas condicións e o propio hospital, co seu persoal, está preparado para atendelos».

Ángel Rodríguez indica que Calde fue reformado hace menos de una década (coincidiendo con su nueva condición de espacio dedicado a enfermos psiquiátricos), «co que non sería un problema de orzamento, a inversión é mínima para acondicionar o edificio para acoller a maiores, familias e traballadores».

Este vecino de Esperante pone en valor no solo las instalaciones —«caberían unhas 250 persoas e cada planta ten amplas salas de estar e para obradoiros»— sino todo el entorno, «ao ser un lugar tranquilo, rodeado de natureza, soleado e amplo», y también recuerda que podría acoger a personas en régimen de centro de día, destacando además que hay una línea de bus urbano con el centro de la ciudad.

«O problema da atención ás persoas maiores non é unha cuestión de partidos, senón de vontade, por iso a proposta xa a tiñamos preparada no inverno, pero cruzóusenos o adianto electoral e a pandemia e tivemos que aparcala, á espera de que se constitúa o novo goberno», relata Rodríguez Abuín.

Aun así, la federación vecinal trasladó en privado al PP y al PSOE esta propuesta durante la campaña electoral, pero será ahora cuando lo haga ante la Xunta de manera oficial y exponiendo los motivos.

La federación vecinal, además de los argumentos expuestos, ahora va a incidir en que tras la llegada de la pandemia por el covid «demostrouse a diferenza que houbo de funcionamento entre as residencias públicas e as privadas, co que a sociedade demanda máis centros públicos».

Inaugurado en el año 1959 como sanatorio para enfermos de tuberculosis

La historia de Calde arranca el 13 de septiembre de 1959 cuando fue inaugurado el edificio que diseñó el arquitecto José Antonio Fraile y construyó Varela Villamor. Cuenta con cuatro plantas de hospitalización, un sótano y un bajo cubierta, donde vivieron desde sus inicios las religiosas de la congregación del Rebaño de María, que prestaron los servicios de enfermería a los primeros pacientes del sanatorio: los enfermos de tuberculosis, una enfermedad que tras la Guerra Civil tuvo incidencia en la provincia.

Precisamente su ubicación en un entorno natural hacía aconsejable que los pacientes con problemas respiratorios, alergias y enfermedades del pulmón tuviesen en Calde a su aliado. Con el paso de los años, y cuando se integró dentro del complejo del Xeral —donde también se incluía el hospital provincial de San José— fue teniendo otros usos (cuidados paliativos, medicina interna y psiquiatría). En diciembre de 1991 albergó las primeras 30 camas del servicio de Geriatría, lo que para los especialistas supuso un primer paso para la atención de personas mayores.

Pero con la construcción del HULA, el cierre de San José y del Xeral y la clausura del psiquiátrico de Castro de Ribeiras de Lea, Calde pasó a acoger a los pacientes de Psiquiatría. Hace un par de años el Movemento Galego da Saúde Mental denunció deficiencias en el edificio y en la atención, algo que negó el Sergas.