El rebrote de A Mariña ralentiza la recuperación de la hostelería vilalbesa

Lorena García Calvo
lorena g.c. VILALBA / LA VOZ

LUGO

Establecimientos como el Lembranzas siguen a rajatabla las recomendaciones sanitarias
Establecimientos como el Lembranzas siguen a rajatabla las recomendaciones sanitarias ALBERTO LÓPEZ

Desde el desconfinamiento, la barra funciona peor que el servicio de comidas

12 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La Terra Chá y A Mariña son hermanas, y el brote de coronavirus que está viviendo la zona costera está también pasando factura a la comarca de Vilalba. De ello da fe el sector de la hostelería, que empezaba a levantar cabeza tras el confinamiento, pero en los últimos días ha visto cómo su desescalada se ralentizaba de nuevo.

«Esta semana percibiuse bastante baixón na clientela polo sucedido na Mariña. Estámolo notando», explica Manuel Silvosa, presidente de la Asociación de Empresarios Sete Pontes. Manuel sabe de lo que habla, puesto que todos los días lo ve en su negocio, el restaurante cervecería Lembranzas. «Vilalba é unha zona que capta xente de Asturias, os que veñen do País Vasco para as vacacións e paran a comer, e os peregrinos, que xa comezaban a pasar. Pero esta semana estamos baixo mínimos», describe.

En los últimos meses la hostelería vilalbesa, como el resto, ha vivido en una montaña rusa. Del cerrojazo del confinamiento pasaron a unas primeras semanas muy buenas. «Ao principio traballouse. Non estaban todos os locais abertos, polo que os que abriron tiñan movemento», apunta. Ahora, con todos los establecimientos con la reja alzada, empezaban a notar la llegada de clientela de fuera. Comensales de Asturias, veraneantes vascos o vecinos de A Mariña que se sumaban la parroquia local, pero que han echado de nuevo el freno en la desescalada hostelera.

A la hora de hacer previsiones, ni Manuel ni sus compañeros de sector se atreven a dar pronósticos de cómo puede marchar la temporada estival. «É unha incerteza absoluta. Se seguira todo como ata a semana pasada, as expectativas, logo do que se viviu, non ían ser malas, pero agora mesmo está todo no aire. Imaxina que nos pechan Lugo», ejemplifica.

Hasta que el brote de A Mariña cobró cuerpo, la hostelería vilalbesa vivía dos situaciones diferenciadas en barra y mesa. «O tema das comidas, polo que trasladan os socios, estaba funcionando, na barra pásase máis regular», explica. Ahora tanto lo uno como lo otro están más grises, y pendientes de A Mariña.