Rubén Arroxo: «Imos seguir adiante coa peonalización da Ronda da Muralla»

Lorena García Calvo
lorena g.c. LUGO / LA VOZ

LUGO

Arroxo es un firme defensor de la peatonalización de la Ronda da Muralla
Arroxo es un firme defensor de la peatonalización de la Ronda da Muralla ALBERTO LÓPEZ

Mobilidade trabaja en un plan de tráfico exhaustivo y definitivo

19 jun 2020 . Actualizado a las 17:51 h.

El coronavirus y el estado de alarma trajeron consigo innumerables cambios. A nivel de ciudad, uno de los más llamativos fue la habilitación del carril interior de la Ronda da Muralla como zona peatonal para que los lucenses pudiesen pasear alrededor de su monumento sin miedo a las aglomeraciones. Ese cambio obligado por la necesidad, sin embargo, se convertirá en permanente, puesto que encaja en los planes del BNG de peatonalizar la Ronda.

Los nacionalistas nunca lo han ocultado, más bien al contrario. Quieren la Ronda da Muralla libre de tráfico y al servicio de los caminantes. De ahí que no sorprendan las declaraciones del teniente de alcalde y responsable de Mobilidade, Rubén Arroxo, cuando asegura que desde su departamento «imos seguir adiante co proxecto de peonalización da Ronda da Muralla».

Estas declaraciones llegan un día después de que el Partido Popular de Lugo calificase de «chapuza estética» y de peligro para los peatones la intención de los nacionalistas de que el carril ahora peatonal quede así definitivamente, pero delimitado por conos verdes en vez de los actuales naranjas. Los populares reprochan que esa peatonalización se lleve a cabo sin un proyecto adecuado.

Arroxo, sin embargo, sostiene que los separadores verdes son elementos homologados para delimitar un carril de circulación y que desde su concejalía se está trabajando en un plan de tráfico definitivo y más exhaustivo que el puesto en marcha de manera provisional durante el estado de alarma.

Entre los argumentos que esgrime el teniente de alcalde para defender la peatonalización de la vía que circunda la Muralla está que «gran parte das fisuras producidas no monumento débense ás vibracións que provocan os vehículos ao circular tan preto da Muralla». Por lo tanto, «a única solución a este problema é reducir o tráfico no entorno da Muralla, o que beneficiará á veciñanza, que gañará espazos peonís no entorno do noso monumento máis querido».