La clientela se relaja: no se ponen gel y se bajan la mascarilla, si la llevan

LUGO

Los carteles piden a los clientes de Chocolat Factory no manipular los artículos
Los carteles piden a los clientes de Chocolat Factory no manipular los artículos Óscar Cela

Los comerciantes aseguran que la mayoría cumple con las normas, pero sí aprecian en algunos cierta distensión

18 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Hay de todo», dice la vendedora de una tienda en el centro de Lugo. Aunque los comerciantes afirman que el porcentaje de clientes concienciados con las normas de las autoridades sanitarias es mayoritario, advierten de la existencia de un perfil que «pasa de todo» y al que hay que recordarle la obligación del uso de la mascarilla dentro del local y de la aplicación de gel hidroalcohólico en las manos nada más entrar.

«Una señora se fue enfadada porque le mandamos ponerse el gel a la entrada. Yo veo que hay dos extremos: el que pasa de todo y el que todavía tiene muchísimo miedo y viene con mucha precaución», relata Leticia Castro, que atiende Mi casa, un comercio de artículos para el hogar.

El gel desinfectante a la entrada del comercio Mi Casa
El gel desinfectante a la entrada del comercio Mi Casa Óscar Cela

Excusas

A veces, siente que tiene que andar detrás de los clientes para recordarles la normativa y tuvo que advertir a uno de que no podría atenderlo si no se ponía una mascarilla. «Me dijo que se la había dejado en el coche, pero otros te dicen que se pusieron el gel en otra tienda o que no se lo ponen porque les hace daño en las manos», señala.

En esas mismas situaciones se ha visto Patricia Fernández, de la tienda de ropa N de Nube. Mientras utiliza un vaporizador sobre prendas que han pasado por el probador, comenta: «Hay de todo, en general bien, pero hay gente que sigue sin traer la mascarilla o se la baja para hablar. Noto que se han relajado y hay quien piensa que no es algo obligatorio».

En N de Nube emplean un vaporizador sobre las prendas que salen del probador
En N de Nube emplean un vaporizador sobre las prendas que salen del probador Óscar Cela

«No quieres incomodarlos, pero hay veces que ves que no se ponen el gel y tienes que recordárselo»

«Es difícil», señalan desde Sweet & Brave. «No quieres incomodarlos, pero hay veces que ves que no se ponen el gel y tienes que recordárselo», asegura su dependienta, que cifra en un 90% el porcentaje de cumplidores. A su juicio, «cuanto más pasan los días, más se cumplen las normas».

Carteles indicativos

«Hacen cola fuera, entran de uno en uno y respetan los turnos. La gente se está portando muy bien», apunta Verónica Iglesias, de la panadería Madrid en Lugo, que, sin embargo, ha tenido que lidiar con alguna situación dentro del local. «‘¿Cómo dejas entrar a alguien sin mascarilla?’, me recriminó una clienta, pero claro, yo no puedo decirle a un cliente que se la ponga», explica. Para ahorrarse problemas, colocó un cartel a la entrada en el que advierte del uso obligatorio de la mascarilla.

«Nadie se pone borde, al contrario, se disculpan si les pides que no toquen nada»

A esa fórmula también recurrió Carmen Beltrán, de Chocolat Factory, donde antes los clientes podían manipular los artículos dentro del local y a los que ahora un cartel les indica que no lo hagan. «Nadie se pone borde, al contrario, se disculpan si les pides que no toquen nada», apunta. Por su experiencia, enmarca en «una anécdota» los casos que no cumplen con la norma.