Las guarderías, el sector abocado a un cierre forzado de cinco meses y medio

LUGO

Las escuelas infantiles lamentan que los campamentos sí puedan reactivarse y ellas no
Las escuelas infantiles lamentan que los campamentos sí puedan reactivarse y ellas no Carlos Castro

Algunas propietarias lamentan que reactiven los campamentos y no las escuelas

17 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las escuelas infantiles fueron las primeras en cerrar, incluso antes de que se declarara el estado de alarma, y serán las últimas en abrir, según el mandato de la Xunta, que lo ha pospuesto hasta el 1 de septiembre. Entre las propietarias lucenses, hay algunas que consideran «aberrante» forzar a un negocio a un parón de casi seis meses, mientras que otras lo aceptan con resignación, al entender que resulta «imposible» guardar el metro y medio de distancia con los bebés de los que cuidan, como marcan las autoridades sanitarias.

«Es una faena, un desánimo muy gordo. Tener un negocio cerrado durante cinco meses me parece aberrante», relata la directora de una escuela infantil de Lugo. Está enfadada -y por eso prefiere mantenerse en el anonimato- porque ha visto cómo se ha reactivado la oferta de campamentos infantiles, mientras negocios como el de ella siguen cerrados desde mediados de marzo.

Aglomeraciones

«En los campamentos, los niños se aglomeran igual que en la escuela infantil, donde también ofertábamos esas actividades para niños de tres a ocho años», se queja.

A su juicio, este era el momento «ideal» para la reapertura porque iba a haber menos niños y porque cree que la conciencia con las medidas de prevención sería mayor de la que pueda existir en otoño, cuando teme que haya un «rebrote».

«No me sorprendió que prolonguen el cierre a septiembre porque es imposible cumplir el distanciamiento»

Entre las medidas de prevención, hay una en concreto «imposible» de cumplir, según Rosa Hernández, directora de Lucus Baby. «No me sorprendió que prolonguen el cierre a septiembre porque es imposible cumplir el distanciamiento. Los bebés llevan tiempo sin venir y necesitan apego, necesitamos recibirlos en los brazos, darles mimos, besos...». Asume que los meses de verano serán necesarios para adaptarse a las restricciones.

Una oportunidad

«Vexo este parón como unha oportunidade para reorganizar o centro, pero séntanos mal que deixen traballar aos campamentos. Ou todos, ou ningún, debería ser», señala Teresa Couto, directora de Pepa Vagalume, quien ve determinantes las medidas habilitadas por la Xunta para sobrellevar la prolongación del cierre: «Sen as axudas sería un inferno, estariamos abocadas ao peche».

Para Patricia López, directora de la escuela infantil Bamban, «facía falta que esas axudas se combinaran cunha prolongación dos ERTE ata setembro», algo que es objeto de negociación.

A su juicio, «é dramática para o sector» la decisión de retrasar a reapertura, pero puntualiza: «Tamén parece acertada neste momento sanitario, no que aínda convivimos coa epidemia. É mellor pecar de precavidos e non ter que lamentar».