El mercado de Frigsa, vacío «como nunca en 40 anos»

LUGO

Reapertura mercado de Frigsa, en Lugo
Reapertura mercado de Frigsa, en Lugo LUCIA R. PEÑA

Clientes y vendedores se quejan de que la reapertura fue poco publicitada

19 may 2020 . Actualizado a las 19:19 h.

Hubo quien lo vio publicado en Facebook esta misma mañana, o quien abrió la ventana y vio los puestos colocados. También hubo algún vendedor que recibió el aviso ayer por la noche. Clientes y comerciantes coincidían esta mañana en señalar que la falta de publicidad deslució la reapertura del mercadillo de Frigsa, parado desde que se declaró el estado de alarma el 14 de marzo. Con una temperatura agradable, sin vendedores de otras provincias y con la distancia de seguridad cumplida a rajatabla, Frigsa era esta mañana un páramo en comparación con una mañana normal de un día anterior al confinamiento.

«Levo 42 anos vindo aquí e aínda que houbo crises, nunca como esto porque vendíase pouco, pero vendíase», lamenta Antonio Méndez, con un puesto de cuchillos y material agrícola ubicado nada más salvar la puerta metálica de acceso al recinto. «A xente non se move, esto está baleiro», añade en el momento en el que un hombre se interesa por una de sus herramientas.

- «Esto vale para sachar as cebolas?

- Se ten terra e cebolas...

- Teño terra de abondo e cebolas tamén.

- Pois eu nin terra nin cebolas teño, se as tuvera non estaría aquí».

Primera compra

Méndez recoge el dinero de la primera venta de la mañana. Pero se muestra contrariado por las medidas de seguridad impuestas en los mercados. «Mándannos distanciarnos dous metros entre postos, pero se eu non lle vou a andar no posto ao do lado. E logo a xente, que claro, para o que eu vendo, necesita tocar. Quen lle di ao señor que non pode coller o sacho?», razona.

Unos metros más abajo, el sol cae sobre los puestos vacíos. «La gente que ha venido ha sido porque la hemos avisado nosotros por Whatsapp de que estaba abierto, que si no, no se enteraban», señalan y piden por favor que se diga alto y claro que el viernes abrirá de nuevo el mercadillo.

«Dar una vuelta»

Una señora, acompañada de dos amigas se enteró esta misma mañana cuando su marido bajó a la calle y vio el trajín de las lonas. «Pasó por aquí de casualidad, vivimos cerca. Al decirme que estaba abierto, me dije: allá que voy», afirma. Para ella, el mercadillo de los martes y viernes es «una excusa más para dar una vuelta». «¡Para dar una vuelta!», remarca con rintintín el vendedor que atiende a sus dos amigas, indecisas con una camiseta entre manos. «Hombre, si hay algo bueno, bonito y barato...», justifica la mujer.

Miguel corta una empanada a la sombra de su puesto, mientras un familiar reparte servilletas y cafés. «Soy vendedor y me enteré ayer por la noche de que podíamos volver. Ha sido una sorpresa», apunta. Por eso mismo ya contaba con que estaría así, vacío. Cerca de su puesto, dos amigas afirman lo mismo: «Nos enteramos ayer de casualidad a última hora de la tarde y como hacía tan buen tiempo, vinimos». Unos metros más allá, otras dos amigas compartieron una publicación en Facebook que informaba de la reapertura. «Cuando no trabajo, vengo siempre y hoy coincide que no trabajo», afirma.