ebido a diversas circunstancias, totalmente ajenas a la jugadora, como fueron las lesiones de varias de sus compañeras, Ainhoa López se vio obligada a asumir un rol dentro del juego lucense que en poco o en nada beneficiaba a sus características. Como resultado, la jugadora catalana no pudo mostrar su enorme potencial y completó una temporada más bien discreta.
Creo que su decisión de bajar de categoría después de cuatro temporadas en la élite es más que acertada, ya que así se garantiza los minutos y el protagonismo que necesita para seguir afianzando un estilo de juego con el que en breve se hará un hueco dentro de las mejores en su posición y ganará esa confianza que a lo largo de la pasada temporada pudo perder o poner en duda.
Se va una jugadora con un gran futuro y que sabe cuál debe ser el camino a recorrer para llegar al lugar que le corresponde, al tiempo que ayuda a su equi