«Hay niños con problemas de conducta que han mejorado con el confinamiento»

María Guntín
maría guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

La doctora Yolanda Carballeira
La doctora Yolanda Carballeira CEDIDA

La psiquiatra infantil Yolanda Carballeira explica que lo más jóvenes llevan mejor el encierro que los adultos

19 abr 2020 . Actualizado a las 16:54 h.

Los niños y jóvenes llevan el confinamiento mejor que los adultos. Así lo explica Yolanda Carballeira, psiquiatra infantil del HULA que también atiende a pacientes de Burela. Desde que empezó el encierro, la doctora también forma parte de un grupo de interconsultas de urgencias junto con otros tres compañeros y, asegura, lo están llevando muy bien gracias al trabajo en equipo. Pero no por ello descuida a sus pacientes. Tiene su agenda y, además de ir al hospital cuando le toca, teletrabaja. Aunque lo suyo es la psiquiatría infantil, también es especialista en adultos y durante las últimas semanas también ha atendido a pacientes psiquiátricos que además estaban y están ingresados en la Unidad de Covid-19. «A mí no me importa, porque hay epis (equipos de protección) y si puedo ayudar ni me lo pienso. En este momento siento que lo hago más que nunca», añade Carballeira, que asegura que todos los pacientes y sanitarios están muy agradecidos de que vaya a prestar atención psiquiátrica a personas ingresadas.

Niños que están tranquilos

Yolanda tiene, gracias a su trabajo, una radiografía completa de cómo llevan los niños y adolescentes el confinamiento. «A los que he llamado yo últimamente están muy tranquilos en casa, y más los niños que sufrían acoso en el colegio», cuenta la doctora. El problema más evidente con la suspensión de las clases es el teletrabajo, ya que a algunos les resulta complicado. No todos tienen acceso a un ordenador. «Algunos niños con TDA (Trastorno de Déficit de Atención) sí necesitan salir a la calle, pero los demás están bien», cuenta la psiquiatra.

Y es que son los propios progenitores los que le transmiten a Carballeira cómo es la situación en el domicilio y, de momento, la mayor parte aseguran que la tranquilidad reina y que no han aparecido problemas de relevancia. «Yo no atiendo a niños de uno, dos o tres años. Pero sí sé por gente que me lo cuenta que están tristes. No comprenden lo que pasa ni por qué no pueden ver a sus abuelos, por ejemplo». Sin embargo, a partir de ocho o nueve años, «están preocupados por el tema coronavirus, porque son muy responsables y han respetado el confinamiento. Por teléfono te dicen que están preocupados y que no quieren contagiar a los abuelos».

Cambios en la conducta

Yolanda Carballeira explica que durante el último mes ha percibido un aspecto que ha mejorado mucho en sus pacientes: los limites. «Esto ha marcado una línea roja que espero que sea un antes y después, porque yo tenía niños con problemas de conducta que han mejorado muchísimo», explica la psiquiatra. Y es que hasta que empezó la pandemia, los límites los ponían los padres. Pero actualmente, la línea roja la marca el coronavirus.

Ahora, tras un mes confinados, los pacientes de Yolanda esperan poder salir a la calle pronto porque, como bien dicen, un día más es un día menos.

Carballeira también atiende consultas de urgencia e incluso explica que desde que empezó la pandemia ha recibido pocas llamadas. Para saber si esto les pasará o no factura a los niños, habrá que esperar. «Mi experiencia ahora es que no lo están pasando tan mal y que los que peor lo llevan son los más pequeños, que están en atención temprana. Pero luego habrá que ver si pasa o no factura», cuenta la especialista, que también explica que, por el momento, cree que los pequeños no están traumatizados. «Después, yo no sé si vendrán con estado de estrés postraumático o problemas adaptativos por todo esto. Pero creo que el conflicto real podría venir si fallece algún familiar como consecuencia del coronavirus, pero no por haber estado en casas con sus padres», añade Yolanda Carballeira.

Si algo positivo ha traído el confinamiento es que son muchos los padres que han podido empezar a dedicarles más tiempo a sus hijos. «Esto para algunos niños va a ser muy positivo», cuenta la especialista, que también explica que será en las consultas presenciales cuando vea los efectos directos del encierro y si realmente este ha marcado un antes y un después en la conducta de sus pacientes.

Los problemas de sueño

«Cuando llamo a los niños, sí es cierto que me dicen que duermen mal, pero porque al no haber clase tienen unos horarios más descontrolados y los padres permiten que se acuesten un poco más tarde», cuenta Carballeira que también asegura que, por el momento, no la ha llamado ninguno de sus pacientes por tener pesadillas de tipo traumático. Y es que quizá, con sus padres en casa, también se sientan más protegidos.

Sobre la posibilidad de seguir a otros países que permiten salir a los niños a pasear, Yolanda cuenta que está muy preocupada por los contagios, pero que si esto continúa «al menos, los más pequeños que son los que no lo entienden» deberían de poder hacerlo. La psiquiatra explica que aconseja a los padres que tengan paciencia y que apoyen de forma constante a sus hijos, además de «recetarles» que pasen tiempo con ellos para así, poder «conectar».