Diego Antelo: «En estos momentos el rural es un medio privilegiado»

tania taboada LUGO/ LA VOZ

LUGO

El psicólogo lanza una serie de consejos y recomendaciones para llevar mejor el confinamiento

28 mar 2020 . Actualizado a las 10:16 h.

Diego Antelo (Santiago de Compostela (1987) es un psicólogo sanitario, miembro de la comisión de tráfico y seguridad, e interviniente en el grupo de catástrofes y emergencias (GIPCE) del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia. Actualmente está involucrado en un proyecto de abordaje de la «Amaxofobia, conduce sen medo» y en la creación de su propio gabinete multidisciplinar, que se demorará debido a la situación de emergencia sanitaria del COVID-19.

- ¿Cuál es su trabajo en estos momentos de crisis?

-Por el momento mi prioridad, siguen siendo mis pacientes, y los casos que estaban activos antes de que se produjese la declaración del estado de alarma, para poder sostener los objetivos planteados al inicio de los seguimientos, intentando amortiguar los posibles efectos que puedan derivarse de la crisis sanitaria. También estoy aprovechando para ponerme en contacto con todas las personas que conozco y aportar mi grano de arena vía redes sociales con algunos consejos generales que pueden resultar de utilidad durante el confinamiento y ponerme a su disposición para lo que necesiten si se encuentran en una situación de delicadeza emocional, especialmente aquellos colectivos sensibles, y las personas que estén en soledad durante todos estos días. Hay que tener en cuenta, que la tecnología es un buen aliado en estos momentos para llegar a la población, siendo la vía telemática y telefónica imprescindibles para llegar a la población, atendiendo al autocuidado personal y la responsabilidad que requiere la situación presente.

-¿Es distinto un confinamiento en el rural que en una ciudad? -Si por supuesto. Atendiendo a principios de espacio generalmente, en el rural no cambian tanto las rutinas, pues el modelo de actividades de la vida diaria no cambia tanto debido a las circunstancias y tiene unos niveles de salubridad mayor, en términos de deambulación o libertad. Por el contrario las ciudades, sobre todo las familias que viven en hogares más reducidos, causan más angustia por falta de espacios para la intimidad. Factor en contra de las aldeas o el rural es la soledad, pues la despoblación castiga la habitualidad de las relaciones sociales, sin embargo en este momento puede ser un lugar más saludable, porque sus hogares permiten un margen de movimiento y desintoxicación mayor que las ciudades.

Si, los pacientes del medio rural, suelen padecer patologías depresivas debido al aislamiento social y físico, en estos momentos pueden convertirse en entornos privilegiados debido a la baja densidad de población, que no favorece la facilidad para los contagios, siempre que se respeten las medidas de contención.