¿Cuál es el futuro de la LEB Oro? El marrón es gordo

Ricardo Hevia

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

Parece que la FEB está esperando a que sea el CSD el que suspenda la liga de manera definitiva

25 mar 2020 . Actualizado a las 12:59 h.

La solicitiud por parte del Breogán de un ERTE ha puesto de actualidad no solo al club lucense, siempre tan reservado y opaco, sino también a la LEB Oro, una competición que vive entre el anonimato y el gigantismo, con cuatro o cinco clubes con recursos que doblan o triplican a los del resto y que claramente pelean por el ascenso, y un nutrido pelotón feliz con hacer la mejor temporada posible, pero con escaso presupuesto y mil penurias para cuadrar las cuentas.

¿Qué va a pasar con esta competición seudoprofesional a la que el coronavirus le ha dado una puñalada? ¿Se reanudará la liga? De momento solo sabemos que 19 de los 24 equipos de la LEB Plata han solicitado a la federación española que se dé por finalizada la competición, y que además del Breo, el Palma y el Huesca, el Lleida también está a punto de solicitar un expediente de regulación temporal de empleo. Muchos equipos han tenido que cancelar vuelos, con la consiguiente pérdida económica. Y si tuvieran que regresar los extranjeros que se han ido, mejor ni pensarlo. La teoría de dar por finalizado el campeonato toma cuerpo. ¿Pero cuándo? ¿Al término de la primera vuela? ¿Y los equipos que han hecho un sobreesfuerzo en reforzarse, bien mirando al ascenso o a la permanencia, qué pensarán? ¿Se tendrá en cuenta la clasificación tras la última jornada disputada? El marrón es gordo y además desnuda totalmente a una liga de una debilidad extrema, con sueldos bajísimos y con equipos que cada año llegan a final de temporada ahogados y a los que una tormenta como la actual los ha dejado temblando.

Bloqueo en la federación española

Y dirigiendo todo esto, una federación bloqueada que, tras mantener una reunión el martes 17, solo fue capaz de emitir una nota oficial dando la enhorabuena y las gracias a todos por su esfuerzo y sacrificio, y ampliando una semana el paro, pero sin abordar ni uno solo de los problemas que tiene encima de la mesa. Parece que está esperando a que sea el Consejo Superior de Deportes el que le evite tomar una decisión grave, lo que quiere decir que sea el máximo organismo deportivo el que suspenda definitivamente las competiciones.

Así está la situación, y pase lo que pase, quizás nada vuelva a ser igual en una liga cogida con alfileres. Y una última reflexión. Parece imposible que después de dos meses los jugadores puedan reanudar una competición sin haber tenido tiempo para entrenar.