Dos de cada 100 personas de la provincia de Lugo tienen glaucoma y la mitad no lo sabe

María Guntín
maría guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

Vista de una imagen de los nervios del ojo
Vista de una imagen de los nervios del ojo Oscar Vázquez

«Agora entendo porque hai anos me custaba estudar», explica una diagnosticada

12 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En la provincia de Lugo hay 7.251 personas que tienen glaucoma, según los datos de la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares. Además, de estas, aproximadamente la mitad no ha sido diagnosticada, por lo que desconoce tener esta patología. De los más de 7.000 pacientes, más de 1.600 no siguen el tratamiento, algo fundamental para controlar la enfermedad. Esta patología ocular es la segunda causa de ceguera según la Organización Mundial de la Salud y consiste en una degeneración del nervio óptico que provoca una pérdida de la visión periférica. Padecer glaucoma es como ver a través de un túnel.

Paula Varela es una lucense de 41 años que tiene glaucoma congénito. La operaron con tan solo cuatro meses porque «non abría ben os ollos». La intervención salió bien, pero la enfermedad marcó algunos aspectos de su vida, aunque no le impidió hacer un día a día normal. «Agora entendo por que hai anos había cousas que non me cadraban. Eu non daba estudado ben, e poñíalle moito empeño. Levábame máis tempo ler e omitía partes dos textos. Nunca puiden estudar de memoria, e iso foi un hándicap no que ao académico se refire», comenta esta mujer, que también explica que, hace años, el concepto de baja visión no estaba demasiado extendido en la sociedad.

Cuando cumplió 35 años, esta lucense sufrió una pérdida importante de visión. Se percató cuando fue a hacer el psicotécnico para renovar su carné de conducir y le dijeron que «de ningunha maneira». Fue entonces cuando empezó un proceso para determinar el tipo de discapacidad que padecía. Paula también sentía que tenía algunos «despistes» en el trabajo derivados de su falta de visión y no se atrevía a conducir porque hacerlo la agobiaba mucho.

Paula Varela tiene glaucoma congénito, una dolencia que afecta a una de cada 15.000 personas y que es la segunda causa de ceguera evitable a nivel mundial. «Eu tiven moita sorte porque a operación que me fixeron aos catro meses saíu ben e despois, fixéronme un bo seguimento. Isto non me derivou noutros problemas», explica Paula.

Ahora, y dependiendo del momento, tiene un resto visual (porcentaje de visión) de entre un 3 y un 10 %, está afiliada a la ONCE y es pensionista. «Ca miña doenza é de agradecer ver desta maneira», añade.

La importancia del tratamiento

Paula Varela quiere transmitirle a la gente la importancia de seguir el tratamiento y de diagnosticar la enfermedad a tiempo. «É fundamental facer as probas para que os ocultistas saiban se está ben a tensión ocular e o campo de visión, especialmente a partir dos 40 anos. A enfermidade é un ladrón silencioso porque non provoca dor, polo que moita xente chega á consulta cunha perdida de visión moi avanzada». Asimismo, esta mujer explica que su tratamiento consiste en varias gotas que controlan la tensión ocular y mantienen la hidratación del ojo. Además, usa «uns filtros que son para a fotofobia, pois tendemos a ter sensibilidade», cuenta Paula.

La labor de las asociaciones: acompañamiento, asesoramiento y mucho apoyo

Paula Varela explica que, para ella, fue fundamental «coñecer a alguén ca mesma doenza». En el 2016 llamó a la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares y, desde entonces, explica que la han ayudado mucho. «Ademais, nunha conferencia da asociación entendín que debido aos procesos de envellecemento do organismo, isto é algo que lle pode suceder a máis persoas».

¿Existe una cura?

Actualmente, no existe una cura para el glaucoma, pero los pacientes diagnosticados tienen colirios y medicamentos para frenar la evolución de la enfermedad y, por lo tanto, la pérdida de visión derivada.

Es el tratamiento el que permite mejorar la calidad de vida de los pacientes y un objetivo para la asociación. A partir de los 45 años, es recomendable realizar una exploración oftalmológica al menos una vez al año para detectar el glaucoma más frecuente. El diagnóstico temprano evita la ceguera en el 95 % de los casos. Son factores de riesgo la miopía elevada, antecedentes familiares, hipertensión o la medicación con corticoides.