La comedia de Carnaval que mantuvo en vilo a la familia Cabanela de Vilalba

TANIA TABOADA LUGO / LA VOZ

LUGO

Óscar Cela

Autores desconocidos acudieron a su casa y se llevaron dos tractores que tenían estacionados en un alpendre

28 feb 2020 . Actualizado a las 23:37 h.

Si con respecto a la moda volvemos a sacar de los baúles las prendas que usaban nuestras madres, en lo tocante al tema fiestero también recuperamos las tradiciones. Prueba de ello es lo ocurrido en estas fiestas de carnaval en la conocida como casa de Cabanela, ubicada en el lugar de Cordal, en la parroquia vilalbesa de Belesar. «Pensamos que nos roubaran os tractores coa maquinaría que tiñan enganchada e resulta que foi a pillería do entroido», relatan Alicia Calvo y Suso Vázquez, el matrimonio que fue víctima de esta comedia.

Según cuentan, el pasado sábado dejaron sus dos vehículos agrícolas -modelos Case y Massey Ferguson 297- estacionados en un alpendre anexo a su vivienda con las llaves puestas en el contacto y sobre las doce de la noche se fueron a cama. Uno de ellos tenía enganchada una cisterna que le había dejado un familiar y el otro tenía acoplada una pala y una fresadora. La sorpresa se produjo al día siguiente, cuando observaron que sus vehículos agrícolas habían desaparecido. «Veu o dono da cisterna a buscala e preguntounos onde estaba. Díxenlle que se atopaba enganchada ao tractor, respondéndome este que non a vía. Fun mirar e comprobei que non estaba. Empezamos a darlle voltas, a mirar pola zona e observamos as rodeiras na finca», cuenta el matrimonio, que tras preguntarle al vecino si escuchara algo, este afirmó que oyó ruidos de tractores circulando por la carretera.

Dado que cada vehículo está a nombre de cada miembro de la pareja, el matrimonio acudió a Vilalba para presentar la denuncia en el cuartel de la Guardia Civil. «Estabamos convencidos de que se trataba dun roubo. Para nada pensamos que era una carnavalada. Sen embargo, a Garda Civil xa nos dixo que tiña todos os visos de ser unha comedia de entroido e que seguramente aparecesen nun campeiro ou nunha finca abandonados», indica el afectado, que reconoce que tenía pánico a que aparecieran en mal estado o con serios daños materiales. «Ainda que fora unha carnavalada pareceunos unha broma moi pesada. Falamos de dous tractores cunha cisterna prestada, cunha pala e cunha fresadora. Un deles ten un valor económico duns 27.000 euros e o outro duns 7.000. Eu non paraba de preguntarme quen serían os que marcharan con eles, si pasaría alguna desgracia... Chorei e todo», relata Alicia, que todavía está disgustada por lo sucedido.

Tras ponerse toda la familia a buscar sus tractores, fue el yerno del matrimonio el que los encontró pasada la una del mediodía del domingo. Estaban a tres kilómetros de su casa, delante de una vivienda deshabitada. «Estaban en bo estado pero non os encendemos ata que veu a Garda Civil. Non nos fixo gracia ningunha. Creo que hai maneiras de divertirse sen xogar con material alleo», explica la pareja.