La Xunta pisa el acelerador con su proyecto para San Fernando

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo LUGO / LA VOZ

LUGO

cedida

Reunió a medio millar de personas en un debate que avaló su propuesta de parador

08 feb 2020 . Actualizado a las 14:21 h.

La Xunta exhibió músculo en Lugo en la mesa redonda que organizó para debatir sobre su proyecto de turismo cultural en la ciudad. Llenó el salón de actos con 500 asistentes que escucharon los planteamientos de Alexandra Pereira, gerente del Consorcio de Turismo Ribeira Sacra, Tito Valledor, presidente del Club Fluvial, del periodista Javier Rivera, y del arqueólogo y divulgador Tito Concheiro. Todos ellos, desde diferentes puntos de vista, avalaron la propuesta autonómica de convertir San Fernando en un parador y de crear un museo de la Romanización en línea entre varios centros.

El delegado territorial de la Xunta, José Manuel Balseiro, tomó la palabra al inicio de la mesa redonda para exponer de nuevo los planes de la Xunta, explicar que la Plataforma en Defensa do Cuartel había declinado la invitación para asistir y para poner el acento en el dinero. Insistió en que Cultura pondría la mitad de los 10 o 12 millones que supondría reformar San Fernando, y que se encargaría también de rehabilitar Dona Urraca y la casa Torre de la Muralla, dos edificios que ya son de su propiedad.

Su exposición giró alrededor de una pregunta que los ponentes recuperaron más tarde: «se podemos ter catro cousas, por que renunciar a tres?».

El arqueólogo Concheiro deslizó en su intervención que a estas alturas los macromuseos habían quedado obsoletos y que era difícil justificar un proyecto así en Lugo. «Aquí o auténtico museo é a propia cidade. Lugo debe ordearse na propia cidade e buscar unha historia que conte cousas», insistió, en vez de «encarcelar» y limitar a los visitantes en una instalación. Dijo que el parador en un edificio neoclásico «podería funcionar» y que compatibilizar los usos «pode ser enriquecedor».

Para la gerente del Consorcio de Turismo, incluir un parador en la ciudad complementa la oferta hotelera, no compite con ella, y supone un proyecto con más garantías que cualquier cadena, ya que va de la mano de «marca España». Explicó que para mejorar el número de pernoctaciones se puede apostar por el turismo de congresos y de negocios, que crece en las ciudades en las que hay paradores, y alabó la capacidad para fidelizar clientes de la red estatal. Apuesta por complementar la oferta aprovechando las sinergias de A Mariña y Ribeira Sacra.

Tito Valledor, del Club Fluvial, puso el acento en la urgencia de devolver vida comercial al casco histórico. «Me hubiese gustado que San Fernando fuera un auditorio, pero no pudo ser. Desconozco los restos arqueológicos que puede haber allí, pero pensando en el centro de Lugo y en su empuje, la ciudad se merece un auditorio». Destaca que creará puestos de trabajo y cree que esto podría fijar población y tener un impacto económico positivo. Lo importante, destaca, es que lo que se haga tenga retorno. No ve competencia con otros establecimientos, ya que en el centro solo hay un hotel que sería comparable, y el parador tendría acceso en coche. «Si pudiesen confluir las dos cosas, museo y parador, mejor. Cualquier cosa menos seguir cerrado», dijo.

Por su parte, Javier Rivera también defendió que un parador no es competencia directa para los demás establecimientos dado que tiene un público muy definido y además la ciudad necesita más plazas hoteleras. Bajo su punto de vista, el plan integral de la Xunta es la «aposta máis importante na cidade» desde el plan Urban y pidió entendimiento a las distintas administraciones. Considera que el parador en el museo pueden ser complementarios y que por «simple economía doméstica» la ciudad no debería renunciar a una inversión de 5 millones de euros.