Por otro lado, el último robo se cometió poco días después de que trascendiese la intención de un grupo empresarial de Madrid por hacerse con el complejo, pues presentó la oferta más alta (4,5 millones) en una subasta celebrada en el Juzgado de lo Social de Lugo. Según fuentes del sector consultadas, los sucesivos robos y destrozos cometidos en las distintas dependencias suponen que una posible rehabilitación implique un desembolso de varios millones de euros, ya que los daños afectan prácticamente a todas las zonas. El hotel lleva dos años cerrado, y el club de golf continuó funcionando, aunque finalmente cesó en su actividad.