Más robos en el balneario de Guitiriz para llevarse el cobre de los cables

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS GUITIRIZ / LA VOZ

LUGO

Cedida

En el asalto hubo nuevos destrozos, y dos ventanas resultaron destrozadas

17 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Continúan los robos en el Hotel Balneario de Guitiriz. El más reciente tuvo lugar esta misma semana, e incluyó, entre otros materiales, el cobre de las líneas eléctricas. Como en otras ocasiones, este robo fue acompañado de notables destrozos en el interior del establecimiento: así, se rompió el falso techo en varios sitios, lo que permitió acceder a las líneas cuyos cables contienen cobre, y también se arrancaron de cuajo dos ventanas.

Los destrozos tuvieron lugar semanas después de que se hubiesen cometido otros robos que también implicaron daños. Durante el pasado otoño, por ejemplo, se robaron los candados de las entradas, que ya no se repusieron. Esa situación permite que se entre y se salga de las instalaciones con toda facilidad.

En el otoño del 2018 se llegó a un acuerdo por el que el Concello guitiricense se comprometía a abrir y a cerrar a diario el recinto, que alberga el hotel así como el campo de golf y la fuente de San Xoán, de aguas mineromedicinales. En los últimos tiempos, sin embargo, la finca está siempre abierta, lo que permite situaciones como la vivida en el pasado otoño: dos personas fueron sorprendidas dentro de un coche estacionado en el interior de la parcela, y dijeron que habían entrado allí para recoger setas, aunque al ser descubiertas se marcharon.

Por otro lado, el último robo se cometió poco días después de que trascendiese la intención de un grupo empresarial de Madrid por hacerse con el complejo, pues presentó la oferta más alta (4,5 millones) en una subasta celebrada en el Juzgado de lo Social de Lugo. Según fuentes del sector consultadas, los sucesivos robos y destrozos cometidos en las distintas dependencias suponen que una posible rehabilitación implique un desembolso de varios millones de euros, ya que los daños afectan prácticamente a todas las zonas. El hotel lleva dos años cerrado, y el club de golf continuó funcionando, aunque finalmente cesó en su actividad.