El Satisfyer, agotado en las tiendas eróticas de Lugo

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

Del Satisfyer, en La Boutique del Sexo solo quedan cabezales
Del Satisfyer, en La Boutique del Sexo solo quedan cabezales OSCAR CELA

El succionador de clítoris que ha saltado a la fama es el tercer producto tecnológico más vendido en Amazon. Sin embargo, hay otros productos que van más allá y que ofrecen distintas funciones

16 ene 2020 . Actualizado a las 13:56 h.

La revolución sexual llega hasta el mundo tecnológico. Así lo demuestra uno de los productos estrella, top venta incluso en los negocios lucenses durante los últimos meses: el Satisfyer. Es un succionador de clítoris que promete orgasmos intensos y sobre todo, rápidos. Pero el Satisfyer ha saltado a las grandes cabeceras gracias, en parte, a una campaña de publicidad. Se empezó a tratar el succionador como un símbolo transgresor y un logro: al fin se habla de los orgasmos femeninos y se celebra el placer de las mujeres. Sin embargo, las cifras dicen que seis de cada diez españolas tienen dificultades para llegar a él. Fuera del debate que pueda generar, la realidad muestra que hay vida más allá del Satisfyer y objetos que pueden resultar más satisfactorios y efectivos.

Del Satisfyer, solo quedan cabezales

Omar García está el frente de la sex shop La Boutique del Sexo y ya perdió la cuenta de los Satisfyer que ha vendido. Ahora mismo, solo le quedan cabezales y es que están agotados desde hace semanas. «Para mí es un juguete que no. El último stock entró el 25 de noviembre y el día 5 de diciembre ya no había nada a nivel proveedores», cuenta Omar, que también considera que se ha creado un fenómeno de psicosis en torno a este succionador. La gente llega a su tienda y va al grano: pide un Satisfyer. Y si no lo hay, no les vale otra cosa. Sin embargo, las opiniones después de probarlo varían: hay mujeres a las que les gusta, otras que se quedan como estaban y otras que no lo recomiendan.

OSCAR CELA

Omar explica que Ritual es un pequeño succionador de clítoris de color turquesa. Es el triple de pequeño que el Satisfyer y también puede resultar mucho más efectivo. «Tiene más fuerza, succiona o vibra, pero no hace las dos funciones a la vez porque es muy intenso y podría hacer daño. El primer día que lo puse a la venta, vendí dos», explica Omar.

Hallo es un estimulador de clítoris con mando táctil. Sin embargo, Omar cuenta que el producto que más vende en su tienda es un vibrador violeta, de color oscuro. Todo es de silicona de alta calidad y antialérgico. Y todos tienen distintas intensidades y vibraciones, para ajustarse así al máximo a los gustos particulares de cada mujer.

Internet cede ante la fiebre del succionador de clítoris, que lidera ventas en Amazon

El Satisfyer se ha convertido en el primer juguete sexual de muchas mujeres. Aunque aparentemente es fácil de usar, los expertos en la materia recuerdan que lo fundamental, antes de empezar a experimentar con objetos, es conocer cómo funciona el propio cuerpo. Y más concretamente, el placer femenino. «Son juguetes que no recomendaría para las personas que nunca han usado ninguno», explica Omar.

Pero los vibradores, succionadores y demás también necesitan mantenimiento. Después de cada uso deben limpiarse con agua y jabón de pH neutro, para garantizar así su buena conservación. Algunas mujeres deciden usar lubricante como complemento para la masturbación, pero es algo que varía en función del gusto y eso sí, debe tener base acuosa.

Consejos para principiantes

«Todo hay que tocarlo antes de comprarlo», cuenta Omar Fernández. Y es que el Satisfyer Pro 2 es el tercer producto más vendido en Amazon el año pasado. Sin embargo, comprarlo por Internet tiene sus peligros. Y más, cuando es la primera vez. Pero el aluvión de ventas a través de la web podría tener varias explicaciones. En el fondo, y más en determinadas ciudades que son más pequeñas, hay quien se sigue sintiendo culpable al buscar placer en solitario. La pregunta más frecuente de los jóvenes que entran en La Boutique del Sexo es «¿y si me cambian por esto?», una muestra de que la vergüenza sigue jugando un papel clave a la hora de experimentar con la propia sexualidad. Omar también cuenta que las chicas tienen una mentalidad más abierta que los chicos y que la clientela suele superar los 28 años de edad.