En el balneario de Guitiriz robaron hasta el candado de cierre de la finca

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS GUITIRIZ / LA VOZ

LUGO

SUSO PENA

Las paredes interiores sufrieron pintadas y los extintores fueron vaciados sobre el suelo

11 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En el balneario de Guitiriz, a cuya propiedad aspira un grupo empresarial de Madrid que en días pasados presentó una oferta en el Juzago de lo Social de Lugo, se robó hasta el candado que cierra la finca y da acceso a la fuente de San Xoán, de aguas mineromedicinales declaradas de utilidad pública. La situación se dio dos veces el pasado otoño, con solo tres días ente el primer robo y el segundo y dentro de la oleada de asaltos que las instalaciones sufrieron en los dos últimos años, desde que se cerraron al público.

La amplia parcela que alberga el hotel, la fuente mineromedicinal, el complejo termal y el campo de golf tiene dos entradas con sendos candados. Una entrada da acceso al hotel, y la otra, a la fuente. No obstante, el que entra por cualquiera de ellas tiene luego fácil desplazamiento por el resto de la finca.

A principios de octubre faltó el candado que cierra el acceso a la fuente. De inmediato se informó al propietario, que interpuso denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de la localidad, y además se colocó otro. Dos personas fueron sorprendidas dentro de un coche aparcado en la finca, y dijeron que habían ido a recoger setas, aunque a continuación se marcharon.

Solo tres días después, ya se vio que el nuevo candado también había robado. En esos días, además, las instalaciones de nuevo fueron asaltadas. Pero no solo hubo robos de camas, mesas o sofás, sino que se hicieron pintadas en las paredes y se vaciaron los extintores sobre el suelo. El balance de los reiterados asaltos incluye también la sustracción de grifos y la rotura de lavabos.

La apertura de la finca, con el hotel ya cerrado, fue decidida por acuerdo del Concello y del propietario, en el otoño del 2018, para mantener el acceso a quienes deseasen acudir a tomar las aguas o a pasear, con el compromiso municipal de mandar personal para abrir y cerrar todos los días. En la denuncia se recoge que una persona que llevaba funda de trabajo con logotipo del Concello aseguró que algunas veces no podían ir a cerrar el candado.

Dos personas sorprendidas en la finca dijeron que habían ido allí a recoger setas