Miles de piezas almacenadas en cajas justifican el Museo da Romanización, según Méndez

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo LUGO / LA VOZ

LUGO

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El Concello custodia más de 15.000 restos arqueológicos propiedad de la Xunta

16 dic 2019 . Actualizado a las 18:23 h.

El Concello de Lugo custodia miles de cajas con piezas y fragmentos de restos arqueológicos -estiman que unos 15.000- a la espera de disponer de un lugar adecuado para su investigación, conservación y exposición, es decir, el demandado Museo da Romanización que el Ayuntamiento demanda en San Fernando. En O Vello Cárcere, sin ir más lejos, es donde el Servizo de Arqueoloxía tiene en custodia 1.200 cajas con hallazgos hechos en las excavaciones y catas realizadas entre los años 1986 y el 93, gracias al acuerdo al que habían llegado entonces Concello y Xunta.

Fue la alcaldesa, Lara Méndez, la que, acompañada del concejal Miguel Couto y del arqueólogo municipal, mostró las estanterías en las que se suceden los centenares de cajas con restos que hay en O Vello Cárcere. «Isto é para visualizar a importancia que ten. Cando pedimos o museo é porque hai miles, máis de 15.000, pezas arqueolóxicas catalogadas e propiedade da Xunta que se reparten entre dependencias municipais, da Xunta, da Deputación e mesmo nas casas dos arqueólogos», explicó la regidora.

La situación es la siguiente: entre los años 1986 y 93 los restos que se hallaban se iban almacenando en O Vello Cárcere -hay más de 15.000 fragmentos encontrados durante la construcción de los párkings, del Pazo da Maza o de Recatelo-, pero llegó un momento en el que este ya no tenía capacidad para más y entonces pasaron a derivar las piezas al Museo Provincial. En este sucedió lo mismo, se quedó sin espacio para conservar los hallazgos, de manera que los propios arqueólogos acabaron convirtiéndose en depositarios de los pedazos de historia de la ciudad hasta que la Xunta decidió derivarlos al museo del Castro de Viladonga. Pero, una vez más, el caudal de restos sobrepasó el espacio para almacenar, de manera que la Xunta acabó habilitando un almacén de su propiedad en la zona de Abella, explican desde el Concello. Este reparto no ha hecho más que dificultar la investigación y la conservación de las piezas.

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«O noso patrimonio non pode estar almacenado en caixas», denunció Lara Méndez, que recuerda que cada vez que se levanta el subsuelo, surgen nuevos hallazgos. Hoy en día la tendencia es a musealizar en situ, pero en los años 90 lo habitual era la extracción de los restos. En la casa da Xuventude de San Fiz, por ejemplo, se almacenan 221 cajas, en Frigsa están guardados un centenar de elementos líticos, y en espacios expositivos como Porta Miñá o San Roque hay más piezas. «Temos unha gran porcentaxe de restos sen exposición», recalcó la regidora de Lugo.

La dificultad de investigar

Uno de los argumentos que el Concello esgrime para defender la ubicación del Museo da Romanización en San Fernando es que debe ser un espacio no solo expositivo, sino que permita investigar los restos y generar así una visión más detallada del pasado de la ciudad. Recuerdan desde el Ayuntamiento que en la actualidad realizar esos trabajos de investigación no es tarea sencilla y aunque se siguieron líneas de trabajo abiertas ya en la década de los 90, ahora sobre todos se hacen trabajos muy puntuales sobre todo por parte de estudiantes de fin de grado o que están elaborando tesis. Un museo con unas instalaciones adecuadas permitiría ser más ambiciosos a nivel investigador. «É vital para o estudo da cidade», insisten.

Los museos de la romanización de España se sitúan en los cascos históricos

Este miércoles la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, se entrevistarán para hablar de San Fernando, pero las posturas están claras. Ayer era la regidora la que recordaba que en toda España los museos de la romanización que existen se sitúan en los cascos históricos «porque se entende que a propia contorna é un valor engadido». Dijo no estar en contra de un parador, pero no en el viejo cuartel, sobre el que existía consenso.

«O propio director xeral de Patrimonio, Rei Pichel, explicaba no Parlamento en 2011 que o Museo da Romanización de Lugo sería un fito cultural e destacaba que, nese momento xa se investiran 218.000 euros en protocolos de colaboración, estudos de conservación, probas de carga e reforzos de seguridade, ademais dos premios do concurso e as escavacións e informes que se fixeron, e o propio proxecto arquitectónico», recordó Méndez, que asegura no entender a qué obedece el cambio de parecer.