¿Es factible un parador en San Fernando?

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo LUGO / LA VOZ

LUGO

óscar cela

La propuesta de la Xunta no es viable sin el apoyo del Concello, dueño del inmueble y que insiste en el «no»

13 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La propuesta de la Xunta de Galicia de convertir el cuartel de San Fernando en un parador y de reorganizar el turismo cultural de Lugo ha levantado una enorme polvareda. Ni Concello ni Diputación se mueven un milímetro de la apuesta por que el BIC acoja el Museo da Romanización; la plataforma se ha comprometido a estudiar el proyecto, aunque sigue fiel a su ideario inicial; y la subdelegación del gobierno habla directamente de precampaña del Partido Popular. La hoja de ruta para convertir en establecimiento hotelero el antiguo cuartel está plagada de obstáculos, y aunque el miércoles próximo la alcaldesa, Lara Méndez, y el conselleiro Román Rodríguez tienen previsto reunirse, no parece probable que se avance en esa línea. Son dos polos opuestos.

La titularidad

El Concello es el dueño

 La propuesta de parador de la Xunta encalla nada más comenzar. ¿Por qué? Pues porque la titularidad del cuartel de San Fernando es municipal. Es el Concello el dueño del edificio, por el que pagó más de 2,4 millones de euros al estado en su momento, y no está dispuesto a moverse de ni un milímetro de la idea del museo galaico-romano. Pero, además, el otro inmueble que la Xunta pretende meter en la ecuación, el MILH, que sería donde se ubicaría el museo, también es propiedad del Ayuntamiento, así que, sin edificios, no hay propuesta que valga.

El coste

El no de las administraciones

 La propuesta que el conselleiro Román Rodríguez presentó a la plataforma en defensa del cuartel ya avanzaba una cifra: 10,8 millones de euros. Esa es la cantidad que estiman que requeriría el proyecto de parador, y de la que la Xunta estaría dispuesta a abonar la mitad. El resto, 5,4 millones de euros, deberían repartírselo las demás administraciones, es decir, Concello, Diputación y el Estado, ya fuese a través de Fomento o de otro ministerio. Convencer a estos organismos para que se embarquen en el plan resulta a día de hoy imposible. Así que, sin edificio ni financiación, el proyecto parece abocado al fracaso.

El trasfondo

Colores políticos

 Sacar adelante proyectos de la envergadura de San Fernando, ya sea como parador o como museo, exigen que todas las administraciones remen en la misma dirección, y ese consenso, a día de hoy, parece casi imposible alcanzar en Lugo, donde las disputas entre Xunta y Concello son constantes. Mientras el tándem PSOE-BNG gobierna en Ayuntamiento y Diputación, y los socialistas en el gobierno central, el PP lo hace en la Xunta. Distintas sensibilidades que no son fáciles de armonizar. Además, con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina, la situación puede arreciar.

La titularidad

Pasar a manos estatales

 El plan que Román Rodríguez presentó establece que, una vez rehabilitado con fondos de las distintas administraciones el edificio y reconvertido en parador, se traspase a Paradores del Estado el negocio. Esto supondría que las distintas administraciones asumirían el coste para cederlo luego a un gestor privado. Esta parte de la idea tampoco gusta nada en el Concello de Lugo, donde ven además que podría generarse una competencia desleal con los empresarios hosteleros de la ciudad.

El proyecto

Vuelta a empezar

 Desde que el Concello adquirió el cuartel de San Fernando, ya se han invertido en el inmueble un buen puñado de euros que, sin embargo, no se han traducido en más que pequeñas obras de reparación. En su momento se redactó un proyecto para convertir el edificio en auditorio y más tarde se contrató un nuevo estudio para instalar allí el museo. Dos actuaciones que supusieron una notable inversión, pero que quedaron en suspenso. Poner en marcha el parador exigiría volver a empezar desde cero. Pero, además, al tratarse de un edificio declarado Ben de Interés Cultural, la Lei do Patrimonio Cultural de Galicia impera y no parece posible reformar el inmueble para convertirlo en establecimiento hotelero.

La alternativa

¿Podría el Concello hacer el museo por su cuenta?

 El Concello de Lugo tiene muy claro que el futuro de San Fernando es acoger el Museo da Romanización. Sin embargo, parece que no contará con el respaldo de la Xunta, que ve más pertinentes otros usos para el inmueble. Con este panorama, queda por ver si el Ayuntamiento, con el respaldo quizás de Diputación y gobierno central, estaría dispuesto a asumir por su cuenta la rehabilitación del cuartel, cuyo coste rondaría los 10 millones de euros. La empresa, a primera vista, parece complicada, pero quizás una reforma por partes pudiese ser la salida más viable.

La próxima semana, reunión Concello-Xunta

La próxima semana la Xunta trasladará a la administración local su planteamiento. El miércoles Román Rodríguez se reunirá con la alcaldesa, Lara Méndez, y el lunes de la semana siguiente lo hará con la vicepresidenta de la Diputación, Maite Ferreiro.

Los lectores de La Voz se debaten entre el parador y el museo

El debate sobre el futuro del cuartel de San Fernando está en la calle. Mientras políticos y administraciones discuten sobre cuál debe ser su uso y qué papel asumir en la financiación de la rehabilitación, en la sociedad se perciben distintas sensibilidades. Como muestra, los resultados de la encuesta planteada en el portal de información local de Lugo de la web de La Voz, www.lavozdegalicia.es y en sus redes sociales.

A lo largo de la jornada de ayer decenas de usuarios votaron en una encuesta que planteaba qué uso preferían para San Fernando, si el Museo da Romanización, el parador, o incluso otras opciones.

La igualdad fue la tónica dominante, ya que el número de votos a favor del parador y el del museo estaban prácticamente igualados, alimentando el debate.

En redes sociales también los lectores se pronunciaban en sentidos diversos. Uno calificaba la idea como «excelente» y aseguraba que «es una necesidad para Lugo, para el turismo, contar con un parador Nacional». Otro se manifestaba en un sentido más amplio señalando que «coido que mentres Xunta e Concello non sexan do mesmo partido e aren polo mesmo rego, todo canto digan e prognostiquen, a credibilidade será mínima por non dicir nula».