El faial de Liñares rodea un tramo del Camino de Santiago a su paso por la aldea que le da nombre al bosque

María Guntín
Graduada en Periodismo por la UCM y Máster en Periodismo Avanzado Multiplataforma de La Voz de Galicia. Yo escribo desde la delegación de Lugo, pero tú puedes escribirme a maria.guntin@lavoz.es

El faial de Liñares, en Pedrafita do Cebreiro, es uno de los más accesibles de Galicia. En parte, porque está a los pies del Camino de Santiago. Para llegar desde Lugo hay que conducir hasta Liñares, la aldea que da nombre al bosque. Al final de la misma y por la LU-633 hay que coger una pista que baja a la derecha, siguiendo las indicaciones que llevan al Camino de Santiago. A quince metros hay que dejar el coche y comenzar la subida, a mano izquierda. En apenas unos metros, el sendero penetra en el faial.

La vista estos días mostraba un hayedo desnudo e identificar los árboles es más difícil de lo habitual en esta época del año. Sin embargo, los más longevos y por tanto más altos no pueden pasar desapercibidos. Se desnudan ante el invierno y es que el frío no pasa desapercibido para nadie. De camino, el acebo y sus características hojas dan la bienvenida a los últimos días del año. Tanto el de Pintinidoira como el de Liñares son bosques mixtos, conformados por acebo, caballo y haya.

La convivencia en el bosque es pacífica. El sendero está limpio y los transeúntes más habituales son los peregrinos que hacen la peregrinación a Compostela.

Descripción de un hayedo

El haya es un árbol caducifolio y sus bosques se conocen como hayedos. Alcanza con facilidad los 40 metros de altura y su tronco es recto. Si está aislado, es más abierto y ancho. Si se trata de un hayedo, el tamaño se reduce. Su corteza es lisa durante prácticamente toda su vida, y eso que son árboles longevos que pueden permanecer intactos durante siglos. Sus hojas son verdes al principio y alcanzan los tonos marrones y rojos conforme van pasando los años. Para crecer necesita un suelo fresco y fértil, porque necesita agua y humedad.

Una ruta de placer

Hacer una ruta es, probablemente, la mejor opción para disfrutar del faial de Liñares. Un paseo de apenas 15 minutos puede permitir disfrutar de la abundante riqueza paisajística de la zona.