Adi Iglesias: «Hay que dar más visibilidad a los deportistas con discapacidad»

LUGO

ÓSCAR CELA

La atleta gallega más veloz lamenta que no fuera retransmitido en directo el campeonato mundial de Dubái en el que logró dos medallas de plata

20 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La atleta más veloz de Galicia ya está en casa después de su «inolvidable» y fructífero estreno en un Mundial adaptado. Sus compañeros del Lucus Caixa Rural le brindaron una emocionante bienvenida y en los últimos días no deja de recibir felicitaciones y mensajes de admiración por su proeza en Dubái, donde conquistó dos meritorias medallas de plata en los 100 y 200 metros lisos para atletas con discapacidad visual -ella sufre un 80 %-. La lucense Adi Iglesias (Bamako-Malí, 1999) todavía trata de asimilar su triunfo y calibrar el valor del último capítulo en su particular historia de superación.

-Dos platas mundiales no se guardan en cualquier sitio. Merecen, como mínimo, una vitrina...

-Pues de momento las tengo en la caja que me dieron (risas)... Todavía no sé dónde las voy a guardar. Es verdad que quizás tengan un poco más de valor porque las conseguí en un campeonato del mundo, pero para mí todas las medallas son especiales y tienen una cuantiosa valía. He podido conseguir estas porque antes había logrado otras, todas son importantes. No se puede despreciar ninguna y menos en mi caso que empecé en esto hace muy poco.

-No deja de superarse desde que llegó a Lugo hace 5 años. Doble campeona gallega, plusmarquista autonómica en 200 metros, finalista en el campeonato de España... Y todo esto entre videntes, compitiendo en desigualdad de condiciones. ¿Dónde está su techo?

-No me pongo límites. Creo que todavía puedo dar mucho más y para eso trabajo cada día junto a mi entrenador, Adolfo Vila. Espero que lo mejor todavía esté por llegar.

-¿Qué medalla fue más costosa en Dubái?

-Las dos fueron muy complicadas porque había un excelente nivel. No eran un objetivo. Tenía esperanzas de hacer algo importante en los 200 metros porque es la distancia en la que cómoda me encuentro, pero en los 100 no estaba entre las mejores marcas y lo veíamos difícil, aunque no imposible. Al final me salieron bien las cosas en las dos y eso me hace feliz y me da más fuerzas, si cabe, para seguir progresando.

-¿En alguna de las finales se quedó con la sensación de haber podido hacer algo más?

-En absoluto. Doy lo máximo en cada carrera, pero las demás también corren y son buenas.

-En ambas le superó la cubana Omara Durand. ¿Es invencible?

-No, ni mucho menos. Si digo que es invencible, mal vamos. Para mí es una motivación poder ganarle algún día y superar su marcas. En cualquier deporte siempre hay alguien mejor que tú y eso te debe ayudar para superarte.

-¿Qué tal el campeonato en cuanto a organización, instalaciones, nivel de participación...?

-Era la primera vez que competía en un Mundial y para mí todo estuvo perfecto, me lo pasé muy bien, aunque hubo alguna queja que yo secundo. Cuando hay un campeonato del mundo de personas sin discapacidad siempre lo retransmiten en directo y el nuestro solo fue posible verlo en diferido o si descargabas una aplicación. Las televisiones ponen como excusa que no hay patrocinadores y entonces lo emiten cuando a ellos les viene bien. No es justo. Los deportistas con discapacidad no recibimos el mismo trato ni la misma atención mediática que el resto. Hay que dar más visibilidad a los deportistas con capacidad. Por el resto, todo bien.

-Compitió prácticamente toda la semana. ¿Pudo hacer algo de turismo por Dubái?

-Poco, la verdad. Tuve tiempo de conocer algunos zocos y la famosa torre Burj Khalifa. Todo muy bonito.

-¿Y qué tal el ambiente y la convivencia en la expedición española?

-Maravilloso. Nos apoyamos todos mucho y fuimos como una gran familia. Fue otro de los mejores recuerdos que traje del Mundial.

-¿Ya piensa en Tokio 2020 o prefiere centrarse en los próximos retos autonómicos y nacionales?

-Voy a ir paso a paso, quiero hace un buen papel en todas las pruebas que tengo el camino hasta los Juegos Paralímpicos, pero es verdad que a partir de este momento el objetivo gordo es prepararme bien y llegar en las mejores condiciones a Tokio 2020, donde veré cumplido un sueño. Será lo máximo estar allí.