El acusado de violar y retener a una menor niega los hechos en un juicio al que no acude la víctima

TANIA TABOADA LUGO / LA VOZ

LUGO

oscar cela

Ni la madre de la chica supo decir dónde se encuentra su hija

08 nov 2019 . Actualizado a las 09:04 h.

Un joven acusado de agredir sexualmente a una menor de edad en un motel de Outeiro de Rei y meses después encañonarla con una pistola y retenerla en un turismo en la capital lucense negó los hechos. La Fiscalía pide para él 16 años de cárcel.

El acusado se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia y solo contestó a preguntas de su abogada, negándose a responder a las de la fiscalía y de la acusación particular.

El joven aseguró que las relaciones sexuales que mantuvo con la joven fueron consentidas y explicó que la conoció en un local de la calle Quiroga. También negó que la amenazara con una pistola. «Jamás he tenido un arma en mi vida», afirmó.

En un juicio atípico, no compareció la víctima y ni siquiera su madre supo decir dónde se encuentra, aunque aseguró que mantiene contacto con ella a través del Facebook. En su declaración, definió a su hija como una «niña rebelde» que entre 2015 y 2016 estuvo internada en un centro de menores tutelado por la Xunta de Galicia. Al finalizar su relato y antes de abandonar la sala, el presidente del tribunal emplazó a la mujer a que se comunique con su hija para que preste testimonio.

En la jornada de ayer también declararon varios testigos, entre los que se encontraban una compañera de la víctima, policías nacionales, forense y psicóloga del Imelga o el gerente del motel.

La abogada del acusado no logró que no se celebrase el juicio, mientras puso de manifiesto que los hechos juzgados eran consecuencia de una operación por tráfico de drogas.

Fiscalía

En sus conclusiones provisionales, la fiscalía solicita para el acusado una pena de 13 años de prisión por un delito contra la libertad sexual y tres más por otro de detención ilegal. Además, pide que durante diez años no pueda acercarse a la víctima y que la indemnice en 6.000 euros por los daños morales. Los hechos ocurrieron entre el año 2015 y 2016.