Entre zarzas y tojos para salvar a Antonina

TANIA TABOADA LUGO / LA VOZ

LUGO

OSCAR CELA

Una patrulla de la Guardia Civil de Baamonde rescató de un riachuelo a una mujer que estaba desaparecida

28 oct 2019 . Actualizado a las 13:07 h.

Carlos Rodríguez (Castro de Rei, 1983) y Fernando Mallo (Lugo, 1980) son los dos agentes del puesto de la Guardia Civil de Baamonde que en la mañana del 7 de octubre rescataron con vida de entre las zarzas a Antonina González Prieto, que estaba descalza y metida en un riachuelo. Esta vecina de A Mámoa, en la parroquia guitiricense de San Salvador, se encontraba desaparecida desde la tarde del domingo 6, cuando salió a su habitual caminata pero, a diferencia del resto de días, no regresó a casa.

Preocupado por la situación, sobre las 17.00 hora el hijo alertó de su ausencia e inmediatamente la Guardia Civil activó el correspondiente protocolo de búsqueda. «Estabamos realizando labores de vixilancia e cando recibimos o aviso xa nos diriximos ao domicilio da señora, que residía na mesma casa que varios familiares, pero na planta baixa da vivenda, de maneira independente. O fillo indicounos que camiñaba moito e uns veciños vírana cando supostamente regresaba da andaina. Empezamos a recorrer as zonas habituais polas que paseaba e as próximas á vivenda. Á vez informabamos á veciñanza da súa ausencia», indica Carlos, que estaba de servicio la tarde de la desaparición y la mañana del hallazgo.

Pasaban las horas, amenazaba la noche y de Antonina no había ni rastro. A las 22.00 horas cogió el relevo otra patrulla, que continuó buscándola bajó la niebla y la helada.

Pese a las labores de búsqueda, la mujer no daba señales de vida y a las seis de la mañana reanudaron la búsqueda los agentes Carlos y Juan, junto a patrullas de Vilalba, Guitiriz y Protección Civil. «Empezamos a recorrer o radio preto do seu domicilio. Apagabamos o vehículo e chamabamos por ela. Así ata chegar a unha pista agreste, situada a un quilómetro da casa. Estacionamos o vehículo, chamámola e respondeu. Metémonos por entre as silvas, toxos e desniveis e xa a vimos. Estaba metida no regueiro, descalza e coa auga ata os xeonllos. Tiña rozaduras, contusións e sinais de hipotermia, polo que sacamos as nosas cazadoras e puxémosllas a ela. Trouxémola en brazos e introducímola no coche oficial», explica Fernando Mallo, que al tiempo avisaron al COS y pidieron una ambulancia, que se encargó de evacuarla al HULA.