En sus nueve últimas campañas en la LEB siempre ganó el primer partido. Su mayor triunfo en el debut fue el 47-96 ante el Sondeos coruñés en el 98
30 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Ver triunfar al Leche Río Breogán en la primera jornada de la LEB es lo habitual desde que fuera instaurada esta categoría en la temporada 1996-1997. Acostumbra a empezar con el pie derecho. En las dieciséis temporadas que acumula en esta competición solo en cinco fracasó en el partido inaugural y en las nueve últimas ha salido airoso. El Melilla (100-93 en la 96-97), el Canarias (55-79 en la 97-98), Los Barrios (68-61 en la 06/07) La Laguna (71-72 en la 07-08) y el Girona (88-81 en la 09-10) fueron los únicos equipos que consiguieron arruinar el estreno de un cuadro breoganista que desde ese último traspiés nunca falla en el arranque del campeonato.
Murcia (83-87), Menorca (87-86), Barcelona B (79-73), Oviedo (76-70), Burgos (68-55), Lleida (76-74), Calzados Robusta de Logroño (87-109), Ourense (83-71) y hace unos días TAU Castellón (68-91) fueron, por el contrario, las víctimas de los celestes en los últimos años en el inicio de la LEB. En épocas anteriores lo habían sido el Vic (91-83) y el Sondeos del Norte, al que se impuso por 47-96 en el inicio del curso 97-98, siendo esta la victoria más clara hasta el momento del Leche Río Breogán en la primera jornada de la LEB. Stacey Williams, con 19 puntos, había sido el mejor anotador de un conjunto lucense entonces dirigido por Paco García y en el que militaban, entre otros, Valentín Ruano, Esteban Gómez, Santi Abad, Iker Urretzi o Anthony Green. A la conclusión de esa temporada el conjunto breoganista conseguiría el primero de los dos títulos que contabiliza en esta categoría y ascendendería a la Liga ACB.
Epi, feliz por la victoria en Castellón, pide al equipo una mejoría en el rebote ofensivo
Diego Epifanio vivió un partido plácido desde el banquillo en el estreno de su equipo ante el TAU Castellón. Al término del encuentro el preparador breoganista se declaraba «muy contento» por el resultado y el comportamiento de sus hombres, que enseguida se despegaron en el marcador. «Movimos bien el balón, no tuvimos muchas pérdidas y sí muchas asistencias. Estoy feliz porque el primer partido siempre es difícil para todos y mucho más para un equipo como el nuestro al que ha llegado tanta gente nueva».
Pero no todo fueron piropos del preparador hacia sus jugadores. Epi cree necesaria una mejoría en el rebote ofensivo. «Ellos estuvieron mejor en este aspecto, si bien es verdad que fallaron mucho y tuvieron más opciones, pero es una de las cosas que tenemos que mejorar», explicó el técnico del Leche Río Breogán.