Alertan de olor a cadáver en un piso vacío en Lugo y hallan dos perros muertos y tapados con mantas

La Voz LUGO / LA VOZ

LUGO

Tenían pienso pero no agua y revolvieron todo con desesperación

18 jul 2019 . Actualizado a las 14:17 h.

Vecinos de la calle Pintor Villamil, en la zona de A Milagrosa,  en Lugo alertaron de que había olor a cadáver en una casa. Los bomberos acudieron al lugar ayer por la tarde y comprobaron que era en el número 28-30, cuya casa tiene varios pisos vacíos. Tras identificar de donde provenía el olor entraron con la escalera mecánica por la ventana del segundo D, y se encontraron una escena dantesca. Dos cadáveres de perros en avanzado estado de descomposición tapados con una manta cerca de la puerta del piso. La casa estaba completamente revuelta y con muchos destrozos, como si los animales hubiesen muerto de desesperación. También habían defecado por toda la casa. Curiosamente, tenían pienso sobrante, pero no había agua, por lo que una de las hipótesis es que los perros muriesen de sed, lo cual se produce con más rapidez si comen pienso. Otra de las hipótesis es que les hubiesen suministrado algún veneno u otro producto que los mató pero no fue por falta de comida porque estaban bien alimentados. Los dos cadáveres tenían microchip.

Los agentes de la Policía Local contactaron entonces con la propietaria para que acudiese al lugar, pero les dijo que no podía ir en ese momento porque estaba trabajando. Reconoció que los perros estaban muertos y explicó que se los había encontrado así el viernes de la semana pasada. La Policía Local abrió una investigación y la citó a declarar para esclarecer las extrañas circunstancias del caso, porque inicialmente se le imputará un delito de maltrato animal grave con resultado de muerte.

Los animalistas piden la inhabilitación para los responsables

Por su parte, la Asociación Animalista Libera y la Fundación Franz Weber, tras conocer el suceso de Lugo, pedirán en el Parlamento de Galicia la creación de un Registro Autonómico de Maltratadores de Animales. Los animalistas proponen así imitar a ciudades como Nueva York, para evitar la reincidencia en el abandono o maltrato. Ambos colectivos opinan que, dada la gravedad del asunto, los responsables deberían sufrir la máxima inhabilitación contemplada en la Ley de Bienestar Animal de Galicia, con sanciones de hasta 30.000 euros por la muerte intencionada o negligente de animales, y la incapacitación para tener y convivir con animales durante un máximo de diez años.