En verano: huerto, playa y pintura

GLORIA GARCÍA VIVERO LUGO / LA VOZ

LUGO

El centro de educación especial Santa María realiza todos los años una ocioteca de verano. En ella practican actividades tan variadas como escalada o piragüismo

17 jul 2019 . Actualizado a las 08:11 h.

La ocioteca de verano es una alternativa poco conocida de ocio para niños con diversidad funcional o discapacidad. Este verano celebra 6 años desde su creación y cuenta con 19 usuarios, de edades desde los 7 a los 23 años, y con numerosos monitores y voluntarios que hacen frente a sus necesidades. El principal objetivo es ayudar a la conciliación familiar con media jornada de actividades llenas de originalidad.

Desde la ocioteca se busca que los usuarios se encuentren bien en todo momento y disfruten de una mañana ocio. «Están aquí para divertirse, ya han trabajado bastante durante todo el año» explica el coordinador del proyecto, Diego Eiras. Al mismo tiempo, a través del ocio y con la ayuda de los monitores, se intenta trabajar en que obtengan cierta autonomía personal centrándose en el ámbito social y emocional, aprendiendo a relacionarse y a gestionar sus propias emociones.

Un problema de conciliación

La idea surgió por una clara necesidad de conciliación familiar. En verano el ayuntamiento ofertaba plazas para campamentos, pero muchas veces las familias no confiaban en el ratio profesores, niños. El coordinador de la ocioteca explica «en los campamentos existen varias plazas para discapacitados y solo 2 monitores para todos los niños, puede ocurrir que aquellos que precisan de una atención especial no resulten bien atendidos». Desde el AMPA del colegio pensaron que sería una buena idea crear una ocioteca para estos niños, con monitores especializados en el campo.

Ángel Martínez tiene 18 años y es su primer año como usuario. Comenta que le gusta todo lo que hacen allí, sobre todo tocar la guitarra con su colega Pablo. Se anima con todas las actividades aunque a veces tiene que vencer primero algún miedo, «cando faga escalada ao principio é normal que teña medo pero todo é atreverse». Durante el curso recibe formación para trabajar como jardinero a la vez que aprende normas sociales como cruzar la calle el solo. Pablo, siempre sonriente y locuaz, nos cuenta otras de las actividades que realizan «disfruto cuando bajamos al huerto o con los talleres de música y las manualidades, ahora estamos haciendo un periódico con fotos y recuerdos de todo lo que hacemos aquí».

Durante estos veranos, la ocioteca ha encontrado muchos obstáculos en su camino. Algunas empresas se comprometieron a hacer actividades para las que no estaban preparadas. «Nos hablan de actividades inclusivas, pero no cuentan con los medios necesarios y por lo tanto los chavales no pueden disfrutarlas» explican los monitores. Sin embargo, desde la ocioteca cuentan como entidades como la Federación Galega de Montañismo, Autocares Cota o la Escola Lucense de Piragüismo, sí conocen sus necesidades y trabajan por hacer sus actividades inclusivas.

Una pequeña familia

Entre los monitores se busca que tengan distintas habilidades para cubrir las diferentes necesidades de los usuarios, gente calmada, otra con vitalidad, otra metódica que ponga pautas… El equipo confiesa que se ha formado una pequeña familia entre monitores y niños. Es el caso de Cristina Ulloa o Marta García que empezaron como voluntarias y les gustó tanto la experiencia que continuaron como monitoras. Comentan la necesidad de estas iniciativas, «a veces tienen situaciones complejas en casa o en su vida y se les da la oportunidad de disfrutar de un verano en familia con actividades de lo más entretenidas».

Desde la ocioteca se denuncia que todavía falta mucho para hablar de inclusión en la sociedad. Son muchas las empresas que nunca han trabajado con gente con diversidad. Por ello, se trabaja en un proyecto futuro de inclusión social y laboral. El objetivo es colaborar con diferentes entidades para que los usuarios realicen un voluntariado formativo, consiguiendo experiencia social y laboral. Además, se fomenta que las empresas vean que la discapacidad no es su característica, y que poseen cualidades muy desarrolladas para diferentes trabajos.