El oso pardo, nuevo recurso turístico para la montaña lucense

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LUGO

Macho y hembra de oso pardo en un cortejo, fotografiados en el área cantábrica
Macho y hembra de oso pardo en un cortejo, fotografiados en el área cantábrica Fundación Oso Pardo

Los expertos piensan que el animal, aunque con limitaciones, puede llegar a constituir un importante atractivo

23 jun 2019 . Actualizado a las 20:00 h.

El proceso de recuperación y expansión que experimenta desde hace años el oso pardo en las sierras de O Courel y Os Ancares puede ser un elemento de especial interés para el turismo científico en este territorio, donde recientemente se ha puesto en marcha el plan Observer con el fin de promocionar este tipo de actividades. De ello hablará el biólogo Óscar Rivas, miembro de la Asociación Galega de Custodia do Territorio -una de las entidades que gestionan el plan Life Oso Pardo de la montaña lucense-, que dará el 6 de julio una conferencia en la Estación Científica do Courel dentro de una jornada organizada por la Diputación con el fin de promover esta clase de turismo.

Según apunta Rivas, los responsables del plan Life piensan que todavía es muy pronto para organizar en las sierras lucenses actividades turísticas de observación directa de los osos como las que se llevan a cabo en diversos puntos de la cordillera Cantábrica, como el Alto Sil, Somiedo, Degaña o Ibias. «É unha posibilidade que talvez se poderá desenvolver no futuro se a recuperación da especie segue adiante dunha forma satisfactoria-explica-, pero por agora a presenza do oso pardo nas serras dos Ancares e do Courel é aínda moi escasa e esporádica como para ofrecer aos visitantes unha actividade deste tipo».

Para que se puedan organizar observaciones directas de una forma regular, dice por otro lado Rivas, es preciso que la población de osos se vuelva cada vez más numerosa y estable, como sucede en las montañas de León y Asturias. Por otro lado, el biólogo indica que estas actividades solo se pueden llevar a cabo en parajes muy determinados. «As zonas boscosas e de vexetación moi densa non son adecuadas para avistar osos, a non ser dunha forma moi accidental e fugaz», señala. «As observacións teñen que facerse en certas áreas de afloramentos rochosos e de prados frecuentadas por estes animais, en terreos despexados onde poidan ser vistos con instrumentos ópticos desde unha distancia suficiente como para non causarlles disturbios», agrega.

Interpretación del hábitat

En las condiciones actuales, señala Rivas, el turismo científico puede sacar partido de la presencia de los osos pardos en las sierras orientales de la provincia de una forma más indirecta, haciendo hincapié en la interpretación de los hábitats más adecuados para esta especie. «Aínda que planificar un turismo de observación directa non parece posible polo momento, pode ser moi interesante explicar aos visitantes os diferentes factores que fan que estes territorios sexan apropiados para os osos, como a orografía e a vexetación», sugiere. A su juicio, el período actual ofrece un gran interés en este sentido por tratarse de una época en la que estos animales están volviendo a ocupar de forma paulatina unas áreas geográficas de las que estuvieron ausentes muchos años. «O oso é unha especie moi emblemática e rechamante que pode representar unha parte diferencial na interpretación do patrimonio natural aínda que os animais non se poidan ver directamente», añade.

Por ahora no se considera posible organizar actividades de observación directa

La grabación de imágenes con fototrampeo, una técnica que debe usarse con prudencia

Los avistamientos directos de osos pardos en las sierras lucenses que se han efectuado hasta ahora fueron fortuitos y de corta duración. El seguimiento de la presencia de estos animales se efectúa sobre todo a través de los rastros que dejan en el terreno, como pisadas y excrementos, y también por los destrozos que han causado en diversos colmenares. Pero en diversas ocasiones ha sido posible captar imágenes de osos con cámaras automáticas de fototrampeo, como sucedió en el verano del 2014 en la localidad de Seceda -en el municipio de Folgoso do Courel-, donde un ejemplar juvenil fue grabado mientras atacaba una colmena en plena noche. Más recientemente, alumnos del colegio de Seoane do Courel consiguieron captar una breve imagen diurna de un oso en el bosque de la Devesa da Rogueira empleando este mismo método.

A juicio de Óscar Rivas, el uso de cámaras de fototrampeo para grabar imágenes de oso puede tener un gran interés desde el punto de vista científico y educativo, pero no es conveniente que esta actividad llegue a promoverse como atractivo turístico. «O uso destas cámaras non está regulado aínda por ningunha normativa legal específica, pero creo que desde o punto de vista da conservación da especie non sería adecuado que se fomentase unha utilización indiscriminada desta técnica, porque hai indicios de que pode chegar a supoñer un disturbio para a vida dos animais salvaxes, dependendo da especie e das circunstancias en que se realice», comenta. Todavía menos recomendable, a su parecer, es el empleo de sustancias atractivas para los animales para conseguir que se aproximen a los lugares donde están instaladas las cámaras.

Una experiencia acumulada en otras comunidades que en el futuro puede ser útil en Galicia

De cara al futuro, en opinión de Óscar Rivas, si la recuperación del oso sigue avanzando en las sierras de Os Ancares y O Courel, se podría aprovechar la experiencia adquirida otros territorios donde la especie tiene desde hace tiempo una presencia más numerosa y regular, y donde se organizan actividades de observación. A este respecto, el biólogo señala que las épocas más apropiadas para ver osos en el área cantábrica son la primavera y el período comprendido entre finales de agosto y el final del verano. «Na primavera é máis frecuente que lles guste pastar e tamén é a época na que entran en celo, polo que resulta máis fácil velos», explica. En la etapa final del verano, dice asimismo Rivas, se produce la fructificación de algunos frutos silvestres de los que se alimentan, como los arándanos, por lo que resulta más habitual avistarlos en las zonas donde crecen estas plantas.

Teniendo en cuenta estas circunstancias, continúa el biólogo, los lugares más adecuados para observar osos a distancia de una manera organizada pueden ser los prados calizos donde crecen los pastos que atraen a estos animales y también las zonas donde abundan el arándano silvestre y el aliso bastardo (Rhamnus alpina), un arbusto de frutos pequeños que es aprovechado por esta especie como recurso alimentario.