Eloy Jiménez, un hombre tranquilo y sensato para el banquillo del Lugo

X. R.Penoucos LUGO .

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

El acuerdo definitivo entre entre el equipo y el entrenador será oficial en las próximas horas

15 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los aficionados del Lugo llevan varios días esperando que se haga oficial la parece que más que cantada renovación de Eloy Jiménez como entrenador para la próxima temporada.

El acuerdo entre el técnico manchego y el club se daba por cerrado a finales de la pasada semana cuando el equipo disputó la última jornada y todo indicaba que se iba a anunciar de manera oficial el pasado martes tras una reunión en la que ambas partes cerraran los pequeños flecos que parecía que faltaban por pulir.

El esperado anuncio no se produjo el pasado martes, ni tampoco en los tres días siguientes, por lo que la alarma comenzó a cundir entre los seguidores rojiblancos, que convirtieron en tendencia en redes sociales la pregunta sobre la continuidad del actual preparador rojiblanco.

El mutismo que están guardando desde el club sobre este asunto genera incertidumbre, aunque en principio nada hace sospechar que los destinos de Eloy Jiménez y el Lugo vayan a separarse después de una unión que ofreció unos excelentes frutos durante las últimas siete semanas del campeonato.

El preparador manchego llegaba al banquillo del Ángel Carro entre la desconfianza de la mayoría de seguidores y medios de comunicación y desde el primer momento demostró que es una persona tranquila y a la que no le gusta adoptar decisiones precipitadas. Desde su presentación dejó claro que no tenía ningún compromiso de continuidad por parte de la directiva si salvaba al equipo y pidió al entorno que se centraran únicamente en lograr la salvación y, una vez conseguido el objetivo, llegaría el momento de hablar de otros asuntos.

Una vez conseguida la permanencia, algo de lo que también muchos dudaban, Eloy Jiménez tampoco sacó pecho ni ante los medios ni ante la directiva por haber logrado mantener al equipo en el fútbol profesional, ni aprovechó la circunstancia para exigir su renovación. Su discurso mantuvo el tono de serenidad que esgrimió desde los primeros momentos y se limitó a decir que existía una buena sintonía entre ambas partes y que consideraba que no debería de haber problemas para cerrar el acuerdo.

Su tranquilidad a la hora de afrontar su continuidad en el club es tan grande que ni en aperitivo al que invitó a los medios que siguen al equipo dejó caer nada relativo a su continuidad ni trató de influir en ninguno de los asistentes para que le apoyaran. Lo que sí hizo en repetidas ocasiones fue alabar la actuación y el comportamiento de varios jugadores de la plantilla, haciendo especial hincapié en que se había encontrado con un vestuario fantástico.

Eloy Jiménez, a menos que tenga una gran capacidad para disimular, algo que no parece en una persona que destaca por su transparencia, está llevando con mucha calma su continuidad, pendiente más de sentar las bases de un proyecto deportivo que seguro que le gustaría dirigir que de asegurarse un asiento en Segunda A la próxima campaña.

El técnico se ha ganado el cariño y el respeto de la gente en Lugo, tanto por haber salvado al equipo de caer al abismo, como por su forma sencilla de hacer las cosas y su escaso o nulo afán de protagonismo, algo que no abunda entre los de su profesión. Por todo ello, los aficionados están deseando que sea oficial que sigue en el club.