Clima de entendimiento en la cita por la gobernabilidad de la ciudad

Marta de Dios Crespo
MARTA DE DIOS LUGO / LA VOZ

LUGO

ÓSCAR CELA

Avances en la primera reunión entre el PSOE y el BNG para lograr estabilidad

06 jun 2019 . Actualizado a las 20:51 h.

La primera negociación por la gobernabilidad de Lugo se vio favorecida por un clima de entendimiento. La armonía entre el PSOE y el BNG era evidente incluso antes de sentarse a hablar. «O BNG vai ser totalmente construtivo e propositivo para poder chegar ao mellor acordo para os veciños e veciñas», decía el líder de los nacionalistas, Rubén Arroxo. «Coñecemos da importancia de ter estabilidade para poder realizar e materializar os proxectos», argumentaba la alcaldesa en funciones y cabeza socialista, Lara Méndez.

Hora y media duró el primer encuentro, en el que se habló en general de los temas coincidentes en los programas para perfilar un proyecto conjunto. No se tocaron cuestiones como la organización de gobierno, el reparto de concejalías o los acuerdos concretos. «Esperaremos a afondar nos próximos días no proxecto que queremos facer para os próximos catro anos», exponía Arroxo. La segunda reunión se celebrará el lunes, a las 17.00 horas.

Sin paridad en la mesa

Aunque sin mucho contenido, el primer encuentro estuvo cargado de simbología. Llegaron primero los nacionalistas, que tras atender a los medios entraron en el salón de comisiones y se sentaron a esperar. Flanqueaban a Arroxo, como estaba previsto, Álex Penas y Maite Ferreiro. Méndez salió de su despacho poco después y también entró en la sala tras atender a los periodistas. Con ella, Miguel Fernández y Álvaro Santos. En su lado de la mesa se unieron, en el último momento: Ana Abelleira, secretaria general del PSOE en Lugo, y el jefe de gabinete de la alcaldía, Óscar de la Parte. Cinco frente a tres. Seguramente la bancada socialista quiso que quedase reflejado en imágenes que ellos eran los habían sacado mayor número de concejales que sus nuevos socios, ocho frente a cinco. No fue el único símbolo. Al finalizar la reunión, Lara Méndez y Rubén Arroxo comparecieron de forma conjunta, transmitiendo unidad como primera piedra para la «estabilidad» con la que dicen que quieren gobernar.

«Destacar o ambiente cordial da reunión, con afán de ser moi positivos. Estudamos os distintos programas e a situación actual do concello, desglosando cales son eses puntos de acordo para despois, a partir de aí, seguir avanzando», resumía Lara Méndez al finalizar el encuentro. Rubén Arroxo también comparecía en la misma línea: «Nós somos optimistas porque entendemos que a reunión foi positiva e agardamos que as vindeiras veñan nesta liña».

El transporte urbabo, un tema de fricción que quedará para negociar al final

Lara Méndez no cree que vaya a haber ningún punto en el que ambos partidos se encuentren demasiado alejados, aunque sí reconoce que puede haber fricciones en temas concretos. Antes de la reunión sacaba a colación como un posible tema de roce el transporte urbano. «O BNG foi un partido moita incisivo neste tema» y explicaba que trasladó a los nacionalistas que el retraso de ciertas cuestiones técnicas había sido inevitable y que «xa se avanzou e nun período breve de tempo poderemos estar xa coas novas liñas de buses implementadas e polo tanto cun mellor servizo».

Esta tarde, de todas formas, se tocaron los puntos de entendimiento claro. Informaba la alcaldesa en funciones que abordaron cuestiones como la accesibilidad, movilidad, desarrollo sostenible... «Liñas xerais para, na seguinte reunión centrarnos e especificar máis. Os puntos concretos os pecharemos cando teñamos pechado o acordo programático», matizaba.

Sin escatimar en tiempo

Tras una primera reunión de hora y media, el lunes ambos grupos volverán a sentarse en la mesa de negociación para profundizar en su proyecto de ciudad. Méndez no quiso aventurar cuantas reuniones harán falta porque a su juicio «o tempo non pode ser un condicionante á hora de programar os próximos catro anos para a cidade de Lugo. Non sabemos si terán que ser dúas ou tres; as que fagan falta. Estamos falando do futuro dos lucenses para os próximos catro anos e non imos a escatimar en 10, 15 ou 20 minutos».