El CPR Cervantes, con el apoyo de Voz Natura, limita el uso de material contaminante
26 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La erradicación del uso de los plásticos desechables es uno de los objetivos que se marcó el colegio lucense CPR Cervantes dentro de Naturacción, un programa de Voz Natura patrocinado por la fundación Alcoa y respaldado por Alcoa San Ciprián, que se desarrolla con la colaboración de la Consellería de Educación. Esta meta ya se ha conseguido en más de un 90%, según explican los responsables del centro educativo.
En esta campaña, bajo el lema «Nasti de plastic», los alumnos fueron animados a no llevar al colegio botellines de plástico de agua mineral ni tampoco envases de zumo con pajitas fabricadas con este mismo material contaminante. La gran mayoría de los niños utilizan ahora cantimploras que llenan de agua o de zumo en sus domicilios antes de acudir a las clases. «A iniciativa tivo unha resposta moi boa tanto por parte dos rapaces como das súas familias», explica la profesora Pilar Carballeira, coordinadora del proyecto.
En ediciones anteriores del programa Voz Natura, el colegio ya había conseguido suprimir completamente entre sus alumnos el uso del papel de aluminio para envolver los bocadillos, un material que fue reemplazado por el papel y por recipientes de plástico no desechables. En el comedor del centro tampoco se utilizan ya los vasos, platos o cubiertos de plástico.
El centro, por otro lado, cuenta con unas «patrullas verdes» -formadas por los alumnos- que se encargan de vigilar que los desperdicios vayan a parar a los recipientes adecuados para destinarlos al reciclaje y que las medidas de ahorro energético sean respetadas. «Encárganse de comprobar que todas as ventás están pechadas cando está funcionando a calefacción e de que non haxa luces acesas sen necesidade», dice Pilar Carballeira.
Un huerto escolar compartido y talleres de reciclaje en residencias de la tercera edad
Las actividades que se desarrollan durante este curso en el CPR Cervantes dentro del programa Naturacción comprenden el cultivo de un huerto escolar que es compartido con otro colegio lucense, el de los Salesianos, que no dispone de espacio para una instalación de estas características. Otras de las iniciativas que se llevan a cabo consiste en talleres de manualidades con materiales de reciclados que se realizan, no en el propio centro, sino en residencias de la tercera edad. «Os usuarios destes centros están encantados de compartir cos rapaces estas actividades», señala la coordinadora del programa.
Para incentivar las actividades de educación ambiental, el centro organiza además pequeños concursos en los que se premia con libros, lápices y otros materiales a los alumnos de las aulas que cumplen mejor los objetivos marcados. «Os nenos responden moi ben a todo o que se lles propón -señala Pilar Carballeira- e non tardan nada en adoptar como unha nova rutina todas estas propostas, como a de deixar de utilizar os plásticos dun só uso a de preocuparse por non deixar as luces acesas cando non hai necesidade».