El Breogán se despide de la ACB con orgullo

X. R.PenoucoS LUGO .

LUGO

Alberto López

Los breoganistas cerraron la temporada con una derrota ante el Burgos

26 may 2019 . Actualizado a las 15:39 h.

Voltaremos y Somos ACB fueron los cánticos más coreados en el partido que nadie quería jugar y que supuso la despedida del Cafés Candelas Breogán a la Liga Endesa, un adiós que todos los breoganistas están convencidos de que se quedará en un hasta pronto y que dentro de doce meses estarán en el Pazo celebrando el ascenso.

El partido en si no pasará a la historia ni por su juego ni por la trascendencia y al final se lo llevó el equipo que realmente se jugaba algo, el San Pablo, ante un cuadro local que mantuvo el tipo mientras les duró la gasolina a los diez jugadores que ayer estaban disponibles, ya que a última hora también se cayó de la convocatoria Dragicevic.

En un día especial y en un partido también diferente, Tito Díaz decidió comenzar con los reconocimientos desde el principio dando entrada a Sergio Quintela en el cinco inicial, premio que el canterano se ganó con creces tras ser cortado, injustamente para mucha gente incluso del club, al inicio de temporada.

Los primeros compases del encuentro fueron un calco de lo que tantas veces le ha sucedido al cuadro lucense esta temporada, ayer más justificable ante el precario estado en el que afrontó el partido en lo que a efectivos se refiere, defensa demasiado blanda ante un rival muy metido en el partido y mentalizado para cerrar la mejor temporada desde que llegó a la élite. La consecuencia fue que los castellanos doblaban en el marcador a los locales en el primer cuarto, 12-24.

En la segunda entrega el encuentro continuó por idénticos derroteros, con la única salvedad de que los visitantes comenzaron a fallar en exceso en los lanzamientos, permitiendo que punto a punto con una labor de hormiguitas, los lucenses fueran descontando su desventaja hasta dejarla en solo siete puntos en el descanso, 36-43, aunque las sensaciones que llegaban desde la pista no invitaban a pensar que fueran capaces de darle la vuelta a la situación. Lo mejor fue ver de nuevo a Uriz en la pista dirigiendo al equipo, un mínimo consuelo para un jugador al que las lesiones le impidieron hacer lo que más le gusta, jugar al baloncesto entre los grandes.

El regreso de los vestuarios supuso el mejor momento de los locales, que lograron reducir la desventaja hasta solo dos puntos, pero como tantas otras veces esta temporada, el esfuerzo no les bastó para llegar a la orilla y consumar la remontada y los de Epi recurrieron al oficio y a tener la cabeza fría para dar un nuevo estirón al marcador y dejar casi sentenciado el compromiso, 62-75.

El último cuarto fue un correcalles en el que ambos conjuntos se limitaron a intercambiar canastas intentando llegar cuanto antes al final. El único que se lo tomó muy en serio fue Belemene, deseoso de jugar y que exprime cada segundo que le regalan y a quien su ímpetu por machacar la canasta rival casi le cuesta una lesión.

Los que no se cansaron fueron los aficionados de uno y otro equipo que coreaban cada canasta, en el caso de los visitantes para acercarlos a la parte alta de la tabla y los locales para paladear hasta el final cada punto que consiguieron como equipo ACB.

Al final los aficionados breoganistas volvieron a demostrar su señorío despidiendo a los suyos con una gran ovación en una temporada en la que no disfrutaron de muchas alegrías y que tampoco pudieron cerrar con un triunfo.

El cántico Lugo é de ACB, coreado también por los burgaleses, puso el broche a la temporada

BREOGÁN 76 : Cvetkovic, Quintela (6), Löfberg (7), Brown (10) y Gerun (15) -cinco inicial- Díaz (11), Sulejmanovic (2), Redivo (11), Belemene (8), y Uriz (6)

BURGOS 95 : Fittipaldo (6), Lima (9), Frazier (10), Zipser (11) y Cancar (18) -cinco inicial- Benite (10), Barrera (8), Vega (8), Valge (2), Huskic (6) y López (7)

Parciales: 12-24 / 36-43 / 62-75 / 76-95 /

Árbitros: Martín Bertrán, Torres y Merino.

Incidencias: Partido de la última jornada de la Liga Endesa jugado en el Pazo ante una gran entrada.