Feijoo dice que el aspirante popular en Lugo es el que todos los otros partidos quisieran tener en cabeza
24 may 2019 . Actualizado a las 21:34 h.El avance de la campaña ha servido para ver cómo el PP se esforzaba en Lugo, echando toda la carne en el asador en el empeño de recuperar un gobierno local que perdió hace 20 años. El último día de actividad antes de pasar por las urnas no fue una excepción, y un ex presidente de Gobierno y los dos principales dirigentes del partido en la comunidad acudieron a Lugo para respaldar a Ramón Carballo.
Sobre el número uno de la lista popular se vertieron no pocos elogios. Mariano Rajoy no ocultó en sus palabras la satisfacción que le producía visitar la ciudad por ese motivo, ya que, dijo, el candidato se lo merece. «Ojalá hubiera muchos así», proclamó. El desplazamiento, agregó, estaba más que justificado, ya que Carballo «conoce bien» el Concello y tiene madera para ser buen alcalde.
Pero no se trata, vino a decir el anterior jefe del ejecutivo, de un aventurero solitario o de un líder sin equipo: liderar una candidatura del PP supone, afirmó Rajoy, estar respaldado «por un gran equipo. En la visita de ayer se comprobó que el equipo de Carballo no parece olvidar o ignorar el pasado, pues con los actuales dirigentes estuvo, entre otros, el exalcalde Tomás Notario Vacas.
Como Rajoy, Alberto Núñez Feijoo tampoco ahorró elogios a Carballo, aunque también se los dedicó a la ciudad. Lugo, manifestó el líder del PPdeG, es un «icono de Galicia» para el mundo. En cuanto al número uno de la candidatura, aseguró que era motivo de envidia fuera de las filas populares: es el candidato que los demás partidos quisieran tener, subrayó.
Los elogios a Carballo, en el caso de Feijoo, tuvieron un reverso que no fue otro que el de los ataques a los recientes gobiernos de Lugo. Tras 20 años de ejecutivos, en solitario o en coalición, presididos por el PSOE, al municipio lucense, dijo, se le presenta un dilema: debe elegir entre un gobierno dividido entre varias siglas, en alusión a pactos, o un gobierno unido, que sería del PP y que tendría al frente a un «candidato magnífico» como Carballo.
Feijoo también destacó que la Xunta había realizado o encauzado inversiones en Lugo, entre las que citó el servicio de hemodinámica en el HULA o la construcción de un centro integral de salud en el barrio de A Residencia. Pero con eso, detalló, no basta, sino que se precisa un alcalde que ofrezca colaboración y que no entorpezca los proyectos diseñados por otras administraciones para la ciudad.
Carballo, por su parte, agradeció el respaldo -además de Rajoy y de Feijoo, también acudió a Lugo el secretario xeral del PPdeG, Miguel Tellado-. Definió la compañía que tuvo ayer como «todo un honor», aunque también se mostró dispuesto a corresponder a ese respaldo pasando de las palabras a los hechos cuando tenga ocasión: el triunfo de la candidatura que él preside significaría, dijo, el comienzo del proceso para poner a Lugo en marcha.
Un recorrido por el centro interrumpido por saludos y fotos
Mariano Rajoy llegó a pie a la plaza de Santo Domingo. Alberto Núñez Feijoo llegó en coche y lo hizo pocos minutos después. Tras los saludos de unos y otros, hubo una pequeña parada en el puesto instalado por el PP en esa zona de la ciudad, y luego comenzó un recorrido en que hubo algún alto. El ritmo de la comitiva no era seguramente tan intenso como el que pone Rajoy en las caminatas a las que es tan aficionada, pero difícilmente habría tenido utilidad en un día de campaña como el de ayer. Con un saludo por aquí, una foto por allá y un reencuentro un poco después, los dirigentes populares cubrieron el recorrido de Santo Domingo al final de la Rúa da Raíña -hubo declaraciones en el Hotel Méndez Núñez- a base de arrancadas y de paradas.
«Titulares y reservas»
Al llegar a Santo Domingo los dirigentes saludaron a quienes atendían el puesto del partido. Al final, tanto cargos como militantes posaron juntos ante el Concello en una foto de grupo: fue, dijo Feijoo antes de que los fotógrafos disparasen, una imagen de «titulares y reservas».