Cárcel para un lugués que simuló estar muriéndose y estafó 127.000 euros a una mujer a través de una página de contactos

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LUGO

OSCAR CELA

El acusado simuló tener que hacer una intervención quirúrgica en Estados Unidos.

11 may 2019 . Actualizado a las 19:47 h.

 La sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo condenó a un hombre a cuatro años de cárcel como autor de un delito continuado de estafa con la concurrencia de la atenuante de dilaciones indebidas. El condenado consiguió que una mujer, a la que conoció a través de una página de contactos de Internet, le entregase 127.000 euros. El tribunal lucense considera acreditado que el sospechoso entabló con la víctima “una relación de amistad y confianza” de la que se aprovechó “a sabiendas de la difícil situación anímica que atravesaba la afectada, pues en fechas recientes había perdido a su madre en un accidente y a su pareja sentimental por una grave enfermedad”. Fingió que su vida estaba en grave riesgo y que necesitaba una operación urgente en Estados Unidos.

El condenado, según la sentencia, se hizo pasar por ingeniero de telecomunicaciones y exhibió “un pretendido conocimiento respecto a subastas y operaciones bursátiles”. Así, convenció a la afectada para que invirtiese la indemnización que iba a recibir por la muerte de su madre en la adquisición de viviendas que saldrían en subastas judiciales. El tribunal considera probado que la “persuadió” para que le entregase diversas cantidades de dinero que supuestamente iba a invertir en comprar viviendas.

“El acusado no llevó a cabo ninguna gestión para la adquisición de ningún inmueble ni concurrió a ninguna subasta, apropiándose de las cantidades entregadas”, subrayan los magistrados, quienes destacan que al día siguiente de la última entrega de dinero, simuló padecer una grave enfermedad de la que debía operarse en Estados Unidos.

 Fingió una enfermedad terminal

“La sala estima que existe un engaño urdido por el acusado para ganarse la confianza de la víctima y poder disponer de las cantidades de dinero, que, al ver la facilidad en la obtención de las mismas, fue incrementando hasta observar las dificultades económicas que ya evidenciaba en la última entrega, lo que lo llevó a fingir una enfermedad  casi terminal que relató con todo género de detalles, incluso fotográficos a través de una conocida aplicación, lo que evidencia, una vez más, la falta de escrúpulos a la hora de atormentar a su víctima a fin de evitar reclamaciones”, indican los jueces en la sentencia.

La acusación particular había pedido en el juicio que al acusado le fuese impuesta una pena de cinco años y cuatro meses de cárcel y que devolviese la cantidad estafada a la víctima