Dieciséis peregrinos, que ayer durmieron en Lugo, recorren en tres días la ruta peregrina
05 may 2019 . Actualizado a las 19:31 h.El Camino de Santiago corriendo desde Asturias y en dos días y medio. Esa es la aventura que hoy finalizarán dieciséis peregrinos atletas que tienen como vínculo la Escuela Municipal de Atletismo del municipio asturiano de Llanera, que en esta ocasión ha cambiado su tradicional ruta de fin de curso hasta Covadonga por un camino más extenso, el jacobeo.
«Venimos un grupo de gente que forma parte de la Escuela municipal de atletismo y gente que está compitiendo con distintos clubes, pero todos criados en la escuela. Somos del Universidad de Oviedo, el Llanera Atletismo y el 2007 Llanera, que es de veteranos», cuenta Alfredo Rodríguez, concejal de Deportes, y que también se calzó las zapatillas para poner su grano de arena en el relevo.
Durante los últimos veinte años, cada vez que se acercaba el fin de curso, en la escuela organizaban una ruta a relevos hasta Covadonga. En total eran unos 86 kilómetros que este año se han triplicado.
Tras tiempo dándole vueltas, en esta ocasión se decidieron por peregrinar hasta Santiago y el viernes a las 7.30 de la mañana el primero de los corredores se puso en marcha. A su lado, un compañero en bicicleta que le acompañó durante todo el trayecto. Así, un relevo individual tras otro. «Lo que teníamos calculado era que cada atleta hiciera de media diez kilómetros diarios, cinco de mañana y cinco de tarde, pero dependiendo del terreno; por ejemplo, para subir el puerto de El Palo hicimos relevos más cortos», desgrana Alfredo.
En la primera jornada llegaron a Grandas de Salime, a las puertas de Galicia, tras superar 140 kilómetros, y la etapa de ayer, que transcurría por el Camino Primitivo y enlazaba con el Francés, discurrió por territorio lucense y concluyó en Melide.
Junto a los peregrinos asturianos viajan dos furgonetas en las que van los atletas que descansan en ese momento y en el que se trasladan también familiares y acompañantes. Ayer, tras concluir su etapa, tenían previsto hacer noche en Lugo para afrontar hoy el último tramo, unos 55 kilómetros entre la localidad melidense y el Obradoiro, su punto de destino.
Para cuando los atletas peregrinos lleguen a Compostela este mediodía, les estarán esperando otros cincuenta compañeros de la escuela. Todos juntos -esta vez sin relevos-, y también sus familias, realizarán corriendo el último kilómetro de la particular carrera luciendo el logotipo que han diseñado para esta encapsulada aventura. Una imagen en la que mezclan la idea de Llanera, localidad del corazón de Asturias, con la del camino de las estrellas que es Santiago.
«Está siendo una experiencia guapísima tanto en la parte deportiva como en la de convivencia entre gente de distintas edades y los chavales entre ellos. Salir y compartir el esfuerzo en la carretera está siendo muy interesante», describe el concejal y atleta de Llanera. Hoy recibirán su premio, alcanzar la meta.