-¿Están preparando el Dakar? ¿Cómo surgió esa posibilidad?
-Si soy sincero, ir al Dakar era algo que nunca se me había pasado por la cabeza. La idea surge de Jesús Pato, patrón de Galimplant y patrocinador mío los últimos años, el cual es un gran amante de los todoterreno y del Dakar en particular. Su sueño era que un coche de su equipo pudiera participar en esta mítica prueba y cuando nos lo propuso no lo dudamos ni un segundo. En estos momentos estamos poniéndonos físicamente al día y ya en febrero pasamos unos días en Marruecos para rodar en arena y tener un primer contacto con las dunas. En breve comenzaremos a preparar la orientación, clave en este tipo de pruebas, y participaremos en alguna prueba del CERTT para ir cogiéndole el ritmo al mundo de los raid.
-¿Le hace más ilusión preparar el Dakar que un Campeonato Gallego?
-Creo que el Dakar es el reto deportivo más importante al queme he enfrentado hasta ahora.
-¿Le queda algo por hacer en el mundo de los ralis?
-Ahora sí, tengo un nuevo reto y más que ilusionante, terminar el rali más duro del mundo y dejar en buen lugar a esa gran familia a la cual pertenezco que es Galimplant.
«En un rali tuve un pequeño roce con el coche de un vecino y el hombre sacó una pistola»
Competir durante 24 años da para coleccionar muchas anécdotas, risas, algún disgusto, e incluso para algún susto fuera del coche. También para hacer amigos y convertirse en ídolo de muchos amantes de la velocidad.
-Tengo miles de anécdotas, pero hay una de mis inicios que muy poca gente conoce. En los reconocimientos del Rallye de La Coruña de 1994 tuve un pequeño roce con el coche de un vecino en una zona muy estrecha del tramo de Soandres. Al bajarme para dar parte, el hombre, que debía de estar saturado de tanto coche por aquellas pistas, estaba sumamente nervioso y solo me sabía decir que nos iba a pegar un tiro a todos. La cosa la tomamos a broma hasta que el hombre se sacó de la chistera una pistola y mi cara se convirtió en un poema. Por suerte su esposa se puso de escudo humano y fue poco a poco calmando a aquel hombre que a punto estuvo de truncar mi carrera deportiva en mi cuarto rali.
-¿Ha habido alguna persona que le haya apoyado tanto, que, de alguna manera, siente que ha sido clave?
-Muchas, ten en cuenta que ha habido gente que ha estado conmigo desde el Rallye de Ferrol de 1994 hasta el de Madrid del 2017. Toda la gente que ha ido formando mi equipo y me ha ido apoyando a lo largo de todos estos años ha sido sin duda clave de nuestros éxitos y nunca podré devolverles todo cuanto hicieron por mí, así como las empresas que año a año confiaron en nuestro proyecto, especialmente Cafés Candelas, que me apoyaron durante mis últimas 15 temporadas y Galimplant, que no solo me ha ofrecido un futuro laboral fuera de las carreras, sino que además me lleva a cumplir con el sueño de todo amante al motorsport de participar en el Rallye Dakar.
-¿Competir con su hermano como copiloto, lo convertía todo en diferente?
-Sí, lógicamente lo sufres más porque tu fracaso también es su fracaso, pero los éxitos los vives por partida doble.
-¿Cree que para ser piloto hace falta estar hecho de una pasta especial?
-Sí, sobre todo si el dinero no te viene dado de cuna, como en mi caso. Es un deporte cada vez más caro y más complejo por lo que necesita de mucha afición y sacrificio para no plantar todo y seguir luchando.