Suspenso en seguridad para las iglesias de Lugo

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

Puertas laberínticas, falta de salidas de emergencia y extintores, algunos de los fallos más habituales

19 abr 2019 . Actualizado a las 20:45 h.

«Cúbrase el altar al menos con un mantel de color blanco. Sobre el altar, o cerca de él, colóquese en todas las celebraciones por lo menos dos candeleros, o también cuatro o seis, especialmente si se trata de una misa dominical o festiva de precepto y, si celebra el obispo diocesano, siete, con sus velas encendidas». Esto es lo que manda la Instrucción General del Misal Romano. En Lugo se cumple a rajatabla en varias iglesias, aún cuando haya riesgo de que el fuego prenda en la madera de los suelos o los retablos y los templos acaben en llamas como Notre Dame.

ALBERTO LÓPEZ

En la iglesia de San Pedro, que forma conjunto con el Museo Provincial y la capela da Soidade, es posible que los fieles lleven cirios y los enciendan en algunos altares. Además, funciona un lampadario de los de antes, con velas de cera y no eléctricas.

Los bomberos consultados sobre la seguridad de este recinto, a raíz de lo ocurrido en Notre Dame, advierten de su gran peligrosidad básicamente por la gran cantidad de madera. El techo de la iglesia, muy interesante desde el punto de vista artístico, está recubierto de madera. Además la capilla, que tiene anexa al lado, propiedad de la de la Orden Tercera Franciscana, tiene una gran cantidad de elementos de madera, entre ellos todo el suelo.

En San Pedro hay dos retablos de madera. La instalación eléctrica parece no ser segura. No hay extintores y solo existe una salida, que es el mismo lugar por el que se entra. Hay cámaras de seguridad.

La iglesia de A Nova, en a Rúa da Raíña, tiene unas puertas laberinto en el acceso. Una salida rápida en caso de emergencia podría complicarse porque las batientes dificultarían una evacuación rápida. No se aprecian medidas antifuego ni señalizadas las salidas.

Algo similar ocurre en la Catedral lucense, con puertas batientes, complicadas para muchas personas. Serían un problema serio en caso de evacuación. En el templo catedralicio no hay visible ningún extintor que podría evitar un siniestro grave.

«O panorama pinta moi mal. Un parque de bombeiros sen medios humanos, unha ampla relación de igrexas por toda a cidade e sen ter un plan de actuación en caso de emerxencia. Se hai algunha que o teña nós non o coñecemos. Tampouco hai no parque ningún documento que nos permita coñecer ao momento cal é a situación de cada igrexa», apuntó uno bombero lucense. «Hai extintores na catedral ou nas igrexas? Aparentemente, non. E se así fose, temos que preguntarnos se os cregos saben manexalos, se saben como actuar diante dunha emerxencia...», expresó el profesional de la extinción de incendios.

Por encima del riesgo de destrucción del patrimonio de cualquier iglesia, dijo ayer un especialista en materia de Protección Civil, existe el que corren los usuarios de los recintos religiosos a los que los domingos, por ejemplo, acuden cientos de personas. «O plan de emerxencias municipal -contó un bombero- fai unha análise dos riscos e considera o perigo de todas as igrexas e capelas do municipio por teren unha soa saída con portas que abren cara dentro. O documento, totalmente desfasado (contempla cines que xa non existen), limítase a relacionar os templos pero non detalla en ningunha ficha as características de cada un».