El tope máximo de 20 toneladas se estableció en 1982 y las quejas de los últimos días obligó al gobierno provincial a pedir al pleno el aumento para evitar multas
26 mar 2019 . Actualizado a las 18:10 h.Un acuerdo del pleno de la Diputación de 1982 dejó en 20 toneladas el máximo permitido para la circulación de vehículos por las vías provinciales. En las últimas fechas, el organismo provincial, dentro de un plan de mejora viaria, estaba colocando las correspondientes señales, lo que generó alarma entre los ganaderos y camioneros que circulan a diario por las vías, ya que aunque se sabía que el límite estaba en 20 toneladas, al colocar las señales físicamente aumentó el temor a recibir multas de la Guardia Civil. Ante las numerosas quejas de vecinos, partidos y empresas (entre ellas Coren y Novafrigsa), el gobierno provincial llevó al pleno de la Diputación de ayer una moción de urgencia con el fin de aumentar el límite a 40 toneladas, con el fin de que puedan circular los vehículos pesados de la madera, canteras, ganadería y trabajos agrícolas.
Los grupos de la oposición apoyaron la medida pero le recordaron al gobierno provincial que es solo un parche que no solucionará el verdadero problema: la mala conservación de las vías provinciales, que requieren de un plan de mejora integral para adaptar unas carreteras que son del siglo pasado a los vehículos modernos, que tanto por sus dimensiones como tonelada tienen dificultades para el tránsito, los virajes o el paso de otros vehículos.
El diputado de Vías e Obras, Argelio Fernández, señaló que en breve aprobarán las ordenanzas, con la tasas que debe pagar cada sector cuando se superen las 40 toneladas y necesiten de una autorización individual. El vicepresidente provincial dijo que intentarán llegar a acuerdos con los sectores, especialmente con el de la madera, cuyas empresas son las que en un gran porcentaje causan más daños en las vías lucenses. Una amplia representación del sector de la madera acudió al pleno para escuchar el debate político.
El caso es que los cambios en el sector agrícola en los últimos treinta años han obligado al uso de maquinaria más amplia y pesada. También el abandono del rural provocó un aumento de la actividad forestal, con lo que el tráfico de vehículos pesados ha ido en aumento por vías con un ancho que fue diseñado para apenas dos turismos en paralelo.