Sesión vermú antiokupas en As Gándaras

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

El barrio cambió la manifestación de los domingos por una actuación a base de cumbias y merengues

18 mar 2019 . Actualizado a las 13:54 h.

La manifestación de los domingos contra los okupas en As Gándaras fue cambiada ayer por una animada sesión vermú, a pesar del frío. Las quejas del vecindario, contra quienes se meten en casa ajena sin más, quedaron ocultas por las cumbias y los merengues de la orquesta Miramar de Ponteareas. El domingo que viene, cuando el barrio ya no estará ya de fiesta, volverá a celebrarse la manifestación, según contaron algunos vecinos. «Hoxe non é día deso, porque a xente está a outra cousa», comentó un hombre del lugar.

La orquesta arrancó con un popurrí de pachanga que abrió un clásico: «La Pollera Colorá». «Estamos na sesión vermú e vimos a pasalo ben», dijo el vocalista a los presentes. Fue una especie de desafío para que el personal saliese al campo a bailar. Lo hicieron solo unas cuantas parejas, aunque, poco a poco, el personal se fue animando.

Entre los asistentes a la sesión vermú, estaba la plana mayor del grupo municipal del Partido Popular con Mari Teijeiro al frente que, aunque nació en A Fervedoira, es como si fuera del barrio por vinculación familiar directa. La acompañaron los ediles Antonio Ameijide y Enrique Rozas.

«A festa -dijo un vecino- non nos quita o medo. Xa non sabes se a túa casa está no punto de mira dalgún “jetas” que se che mete nela e logo, non hai quen o quite». En el barrio, la mayoría de los vecinos, no tienen ninguna duda de que deben seguir en pie de guerra para ahuyentar de la zona a los okupas. De ahí que no piensen en parar todavía con las manifestaciones.

La concejala Mari Teijeiro, buena conocedora de la zona, asegura que el hecho de que haya muchas casas y una población entrada en años, motiva que el barrio pueda estar siendo controlado por quienes buscan casa gratis. En este sentido, una vecina contó como no es nada raro encontrarse con personas que se interesan por saber si algunas viviendas que habitualmente están cerradas se encuentran en venta. «Sospeitamos que realmente non lles interesa comprar, nin alugar. Só pretenden obter información. Se lles dis que o dono está fóra ou nunha residencia, entón é case seguro que intenten entrar», contó una vecina. «É un problema que che entren, pero aínda é moito máis que che destrúan todo ou que cho tiren para que non te podas chamar a nada e quedarse eles», remarcó.

Durante la sesión vermú, otro de los vecinos del lugar contó el caso de un hombre que va camino de los ochenta y que quedó viudo. Tiene varios hijos fuera. Especialmente uno de ellos le pide que vaya a pasar algunas temporadas con él para no estar solo. «Pero non se atreve porque ten medo a que cando chegue a estación para coller o tren xa estean dentro da súa casa», dijo uno de los residentes en As Gándaras. «Esa é a situación que lle temos agora mesmo no barrio», destacó.

En la zona comenzaron a aparecer los primeros candados en puertas, aunque muchos vecinos aseguran que no sirven de mucho, «se lles da a gana de entrar». Mientras tanto, el personal seguirá disfrutando de lo que son las primeras fiestas de la temporada. En breve vendrá el San Lázaro, aunque no se sabe si este año habrá acuerdo en A Ponte para la organización del festejo campestre.