Trabajo y calma, recetas para que el Lugo logre la permanencia

Rafa Porto / X. R. Penoucos LUGO .

LUGO

OSCAR CELA

El equipo regresa el lunes a los entrenamientos para preparar la cita ante el Cádiz

11 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La media de puntos que ha conseguido el Lugo hasta el momento, 28 en idéntico número de partidos parece que no será suficiente para lograr la permanencia esta temporada en Segunda División, a pesar de que la tendencia general de esta campaña indica que salvarse va a resultar notablemente más barato que en campañas precedentes.

Los rojiblancos precisarían para estar tranquilos sumar 7 victorias en los 14 compromisos que les restan hasta la conclusión del campeonato, 6 si ya descontamos la que les saldrá gratis del enfrentamiento contra el Reus de este fin de semana que no se jugará al estar ya descendido el cuadro catalán por problemas económicos.

Enfrentamientos directos

Un aspecto importante a tener en cuenta en el calendario del cuadro lucense es que va a enfrentarse con los cuatro equipos con los que está luchando por escapar de la quema, dato que a priori es positivo al depender de sí mismo, aunque hay que tener en cuenta que tres de esos encuentros los disputará lejos del Ángel Carro, en los campos de Extremadura, Córdoba y Nàstic, por lo que el equipo tendrá que recuperar cuando antes la solidez defensiva que mostró fuera en los primeros compases de la competición.

Los rojiblancos tienen ante sí un calendario exigente en el que tendrán que enfrentarse con varios de los grandes candidatos al ascenso directo, en partidos en los que tendrán que aprovechar la premura por no perder puntos de sus rivales para conseguir algo positivo. En 14 jornadas prácticamente solo en 3 se medirá con equipos que, a menos que cambien mucho las cosas, no se jugarán cosas demasiado importantes, Almería, Gijón y Las Palmas, el resto están implicados directamente en la lucha por ascenso o promoción o por escapar del descenso.

En lo que respecta al nivel de la plantilla, hay que tener muy claro que son los que hay y por lo tanto a los que es preciso sacar el máximo nivel competitivo tanto a nivel individual como colectivo, además de tener también muy en cuenta el aspecto psicológico. Reunir todos esos factores será vital, si falla alguno es posible que no sea suficiente para cumplir los objetivos. Explotar la inteligencia técnica y táctica de esta plantilla será una de las claves.

El grupo será vital

Un aspecto vital será que la colaboración del grupo con mayúculas, en el que se encuentran no solo los jugadores, sino la totalidad del cuerpo técnico, sea total. Todos tienen que estar unidos con una política que debe de estar marcada por una realidad que exige trabajar, trabajar y trabajar, único remedio conocido para que un grupo salve una situación complicada.

Otros dos parámetros, ya señalados en varias ocasiones tanto por el entrenador como por los propios jugadores, que son los que mejor conocen la realidad del día a día y la manera de cambiarla, que hay que corregir son la eficacia en las dos porterías. Es decir, el Lugo tiene que ser mucho más contundente en las dos áreas para cambiar la dinámica.

El descanso en la competición también debe de ser positivo para los intereses del Lugo, sobre todo para tener tiempo de preparar todo lo que le queda por delante esta temporada y acoplar definitivamente a los nuevos, además de recuperar a algunos de los jugadores que sufrían molestias. El equipo rojiblanco debe de regresar mejor preparado tras el obligado parón y con las pilas cargadas para afrontar lo que le queda de temporada y lograr la permanencia.

Los cambios en la plantilla que se produjeron en el mercado invernal no deberían de afectar en absoluto al rendimiento del equipo.

El central Bernardo Cruz no participó en demasiados partidos antes de su marcha y por lo tanto el equipo no debería de resentirse de su ausencia.

El caso de Ramón Azeez es similar, ya que estamos ante un jugador que tampoco estaba participando demasiado, sobre todo en el primer tramo de la competición y que si bien es cierto que sumaba en defensa, su aportación en ataque no resultaba relevante.

Jona y Dongou, sobre todo el primero, pasaron con más pena que gloria por el Ángel Carro y tampoco debería de resentirse el equipo de su ausencia.

El jugador más relevante que dejó el equipo el pasado mes de diciembre fue Kravets, pero esta campaña también hay que valorar que su aportación fue más intermitente que en campañas precedentes.

En lo que compete a las nuevas incorporaciones, no es el momento de ponerse a criticarles o a analizar con lupa todo lo que hacen, especialmente en el caso de dos jugadores importantes y destinados a marcar goles importantes como Toni Martínez y Manu Barreiro