Un partido de alto riesgo

Ricardo Hevia LUGO .

LUGO

Óscar Cela

10 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

De nuevo la liga en el Pazo y con partido grande, el Baskonia, que después de varios años aparece por Lugo, ahora convertido no solo en un grande de la ACB, sino de Europa y que hace pocas horas dejó claro su poderío en Euroliga frente al Khimki y a cuyo frente viene Perasovic, aquel flacucho gran jugador que dio sus primeros pasos fuera de su Croacia natal en el Breo, y que dejó Lugo para iniciar en Vitoria una larga etapa, tan larga que su hijo Vicko no sabía si era croata o vasco. Nadie jugó en el Breo con un historial como el de Peras, aquí llegó como subcampeón olímpico, pero con su selección se le caían los títulos de los bolsillos, aquí fue un ídolo y un orgullo para los que compartimos una temporada con él.

Llega el Baskonia tras un partido de Euroliga que no le resultó muy duro, mala suerte para el Breo, pero que siempre deja huella y cuando uno piensa por donde pasan las opciones del Breogán hay que pensar en todo, viendo jugar a Poirier y Voigtmann, cuesta trabajo pensar como pararles y viendo el ritmo que tratan de imponer es fácil darse cuenta de lo que habrá que trabajar y correr. Esperamos que esta semana haya sido balsámica, que las molestias hayan remitido, que todos aprendieran la estrategia y que compitamos, que haya partido y si ese nos da alguna oportunidad que la cojamos al vuelo. Mirar hacia abajo da vértigo y el abismo está cerca y además empieza a inquietar la atonía que rodea al equipo, da la impresión de que nunca pasa nada, se gane o se pierda siempre es igual y eso es malo, un cuerpo vivo tiene que tener reacciones y el silencio y la falta de información no ayudan, aquí sabemos el parte de lamentos semanal, contracturas y sobrecargas, podemos ver una foto de Norel tocando el balón, pero no sabemos si tiene el alta médica. En definitiva, conectar con la gente, el trabajo de salvarse es de todos y el oscurantismo no ayuda