«Que siga muchos años la fiesta»

M.G. REIGOSA

LUGO

XOAN A. SOLER

Tonecho, Caldas y Tito Díaz, veteranos del Obra y el Breo, le dan vueltas al derbi

02 mar 2019 . Actualizado a las 21:39 h.

Tonecho Lorenzo y José Caldas coincidieron en el Obradoiro de los setenta. Tito Díaz completó con el Breogán el recorrido desde Tercera hasta la máxima categoría del baloncesto en los ochenta. Y si para algo ha servido la rivalidad deportiva es para estrechar lazos y cultivar una buena relación que se mantiene a lo largo del tiempo. El sábado, antes del derbi, se reunirán una treintena de exjugadores de ambos clubes para recordar vivencias antes de disfrutar conjuntamente del partido.

Tonecho y Caldas disputaron el primer derbi entre el Obradoiro y el Breogán en el año 74, en el Gimnasio Universitario. Tito Díaz, el que más recuerda es uno «en O Barco, en una final de la Copa Galicia, en diciembre». Todavía no se explica cómo consiguieron llegar los dos equipos al pabellón, en medio de una nevada de época.

Los de esta temporada son los primeros enfrentamientos entre ambos contendientes en la Liga ACB, porque hasta este curso nunca habían coincidido en la cima del baloncesto. Las mejores épocas del Obradoiro coincidieron con etapas grises del Breogán, y viceversa.

Un deseo y un lamento

Quizás por eso los tres comienzan las conversación con un deseo y un lamento nostálgico. Firmarían en blanco por que el derbi se convierta en un clásico de la ACB, y si se sumase algún equipo gallego más, lo celebrarían. «Que siga muchos años la fiesta», proclaman. Lo que echan de menos es una mayor presencia de jugadores de casa en los equipos. Lo compensan, en palabras de Tito Díaz, «tres entrenadores de la misma ciudad en el Obra, y otro gallego en el Breo».

A ellos, como recuerdan Caldas y Tonecho, les tocó vivir una época «en la que había muchos jugadores del Breogán que estudiaban en Santiago». «Nos conocíamos todos ?añaden?. La convivencia era cojonuda». «Una vez jugamos un amistoso ?rememora Tonecho? y después quedamos todos para tomar un churrasco. No pude ir porque Armando Pérez tuvo una lesión en el tendón de Aquiles y lo acompañamos Mato y yo en ambulancia. Cuando llegué, a las doce de la noche, ya no quedaba nada».

De aquellas alineaciones que la afición recitaba de memoria se ha pasado a una época mucho más cambiante y con mayor mezcla de nacionalidades. «Cosas de la globalización y la Ley Bosman ?explica Tito Díaz?. Pero ojo, eso no quiere decir que los jugadores que vienen de fuera tengan menos compromiso».

Han cambiado mucho los tiempos. Tanto como una anécdota que sacan a colación los dos exjugadores del Obradoiro, que probablemente hoy sería impensable: «Larry Gibson, que era un tío de lo más tranquilo, un día acorraló al presidente contra la pared y le puso la cara entre las cuatro patas de una silla». Fue una manera de protestar por los problemas de cobro.

De esa buena relación que no se ha perdido con el paso de los año da fe la vuelta a las canchas de Tito Díaz en su día, dos años después de retirarse. «Entrenaba al Portas ?explica Tonecho Lorenzo?, estábamos para jugar la fase de ascenso y quería un tipo listo para el timón...». «Me llamó Ton y...». Y se sonríen recordándolo. Y ni a uno ni a otros les duelen prendas a la hora de poner en valor detalles del club rival. «El Obradoiro es un espejo ahora mismo ?reflexiona Tito Díaz?, un club bien estructurado. Lleva años manteniéndose con un presupuesto bajo y con muchos cambios en la plantilla». A José Caldas siempre le ha llamado la atención «el ambiente de baloncesto en Lugo». Y así, podrían estar hablando horas y horas.

Un baloncesto más ordenado frente a uno de rachas

No todo es recordar el pasado. A la vuelta de la esquina está el partido y Tonecho Lorenzo, José Caldas y Tito Díaz coinciden en su análisis al significar que la defensa del Breogán en el encuentro de la primera vuelta sacó al Obradoiro de su juego.

También apuntan al ambiente del Pazo dos Deportes como otro factor determinante. «Cada canasta era un gol», en palabras de Tito Díaz.

En Sar el lleno también está garantizado. Y Tonecho Lorenzo da por seguro que se verá la mejor versión de la afición. Subraya que ya en los partidos ante el Murcia y el Andorra la hinchada puso todo de su parte para que la victoria se quedase en casa.

Por lo visto hasta la fecha, apuntan que sobre la cancha se verán dos maneras distintas de interpretar el baloncesto, tal y como explica Tito Díaz: «El Obradoiro tiene un baloncesto más ordenado, más estructurado. El del Breogán es más de rachas. Se nota que en un equipo hay más continuidad de jugadores y que el otro es un proyecto muy renovado».

Pívots y bases

Tonecho Lorenzo llama la atención sobre el carácter del Breogán, «porque está compitiendo en todos los partidos». Y pone el foco en la pareja de pívots que conforman «Alec Brown y Gerun. Alec no es el de aquí».

Tito Díaz se apunta a la teoría de las parejas de pívots, añadiendo el tándem que conforman «Nacho Llovet y Brodziansky» en las filas santiaguesas.

Y Caldas barrunta que una de las claves del derbi va a estar en el duelo de bases. En esa batalla, Tito Díaz está convencido de que Uriz le puede dar un gran impulso al Breogán si estas semanas de paréntesis le han servido para recuperar su mejor nivel físico.

Así encaran Lorenzo, Caldas y Díaz un derbi que disfrutarán en camaradería antes, durante y después, como ya hicieron en la primera vuelta.