2019 • Estados Unidos • Mike Mitchell, Trisha Gum •
La nueva entrega de la saga de Lego -con Emmet, Lucy, Batman y sus amigos- repite la fórmula ganadora de las anteriores entrega para no defraudar a sus seguidores, ni a niños ni a adultos.
Para los primeros hay toda una explosión de coloridos, acción frenética, estímulos visuales y sonoros que dejan a los chavales pegados en la butaca durante la hora y media que dura la película. Además, a nivel de historia tiene todos los ingredientes para la correcta y buena educación de los niños, dejando claro quiénes son los buenos y los malos. Discurso necesario.
Pero lo más interesante de esta segunda parte de Lego, y tal y como sucedía en sus predecesoras, son las referencias para los adultos. Es aquí donde los personajes se muestran irreverentes, gamberros y como se suele decir no dejan títere con cabeza, con líneas de diálogo llenas de sarcasmo y muy mala leche. La secuencia donde se burlan de la música pop machacona es todo un ejemplo de que la saga de Lego pretende reírse de todo y de todos. Pero ojo, también se meten con Radiohead.
En un panorama como el del cine infantil-juvenil bastante anodino por veces y lleno de trucos facilones de guion sobre bondades y el mundo cruel al que hay que combatir, la nueva película de Lego emerge como un oasis de diversión para padres e hijos. Incluso, la parte real, que desencaja con la animada, es muy divertida.
• Cine Abella •