A la vuelta de la esquina tenemos de nuevo la liga en marcha y no con un partido menor. En Santiago nos espera el Obradoiro para el segundo derbi gallego de la temporada. Si nos ganan, los de Moncho Fernández pasarían a llevarnos una ventaja de tres victorias, lo que prácticamente, con un colchón muy confortable, les alejaría de cualquier riesgo de descenso. En cambio el Cafés Candelas Breogán, en caso de derrota, debería mirar de reojo los resultados de sus rivales más directos para continuar en zona de relativa calma. Calma es lo que no ha tenido en este tiempo de descanso. La rocambolesca historia de Redivo, con molestias musculares, y aquella duda de si viajaba o no viajaba a la concentración de la selección argentina; o si viajaba pero finalmente no jugaba. La respuesta ya la sabemos. Jugó en Puerto Rico y volvió a hacerlo en la madrugada del lunes al martes frente a Estados Unidos, en un partido en el que Argentina volvió a perder por un punto. Ahora a Lucio le espera otro maratón para volar de regreso a Lugo, y en poco más de 48 horas tiene que presentarse en el Sar. ¿En qué condiciones? Duele mucho el desarrollo de esta historia, tanto como ofende la diferencia de trato, cuando vimos vídeos de Nicolás Laprovittola entrenando plácidamente en Badalona.
Y a mayores tenemos el tema Norel y su lesión, su largo período de baja y el barullo a su alrededor cuando parece acercarse el final de su calvario. Nos dijeron que tenía el alta médica y era mentira. Se nos dijo también que era factible su reaparición ante el Baskonia. ¿De verdad, hablamos de milagros? Primero tendrá que tener el alta médica, trabajar al nivel de sus compañeros y ponerse en forma. Quedan once días para el partido ante los vitorianos y ni con un milagro, porque no se trata de hacer la foto, sino de jugar y sumar, y para eso aún le queda un largo trecho. Cuando acabe este serial hablaremos.
Ahora solamente nos queda pensar en los jugadores sanos, recuperar a Ricardo Uriz y no olvidar que todavía hay que ganar, posiblemente, cinco partido más. Y no parece fácil.